La conducta sexual humana es un fenómeno complejo y multifacético, en el que intervienen tanto factores biológicos como sociales y psicológicos. En este artículo nos centraremos en el papel que desempeñan las hormonas en la sexualidad de hombres y mujeres, examinando cómo influyen en sus respectivas conductas y en las diferencias entre ambos géneros.
Las hormonas sexuales y su función
Las hormonas sexuales son sustancias químicas producidas por las glándulas del sistema endocrino que tienen un papel crucial en la regulación de la función reproductiva, el desarrollo de las características sexuales secundarias y la modulación de la conducta sexual.
Entre las principales hormonas sexuales, encontramos la testosterona, el estrógeno y la progesterona. Todas ellas juegan un papel crucial en el desarrollo de las características sexuales secundarias y en la regulación de la función reproductiva. Estas hormonas también influyen en la conducta sexual, incluyendo el deseo, la excitación, el orgasmo y la satisfacción.
Diferencias hormonales entre hombre y mujeres
Testosterona
La testosterona es un andrógeno producido principalmente en los testículos de los hombres y en menor medida en los ovarios de las mujeres y en las glándulas suprarrenales de ambos sexos. Esta hormona desempeña un papel fundamental en el desarrollo de las características sexuales secundarias masculinas, como el crecimiento de la barba, el engrosamiento de la voz y el aumento de la masa muscular. Además, la testosterona también influye en la conducta sexual, incluyendo el deseo, la excitación y el rendimiento sexual.
Estrógeno
El estrógeno es una hormona femenina que se produce principalmente en los ovarios y en menor medida en las glándulas suprarrenales y en los tejidos grasos. Hay tres tipos principales de estrógeno: estrona, estradiol y estriol. El estradiol es el más activo y abundante en mujeres premenopáusicas.
El estrógeno es responsable del desarrollo de las características sexuales secundarias femeninas, como el crecimiento de los senos, la distribución de la grasa corporal y la maduración del sistema reproductivo. Además, el estrógeno también juega un papel en la regulación del ciclo menstrual y en la función sexual, como la lubricación vaginal y la sensibilidad de los órganos sexuales.
Progesterona
La progesterona es otra hormona femenina que se produce en los ovarios y en la placenta durante el embarazo. Su función principal es preparar el revestimiento del útero (endometrio) para la implantación del óvulo fecundado y mantener el embarazo. En el ciclo menstrual, la progesterona es producida principalmente durante la fase lútea, es decir, la segunda mitad del ciclo. En términos de conducta sexual, la progesterona puede tener un efecto inhibidor en la libido y la excitación sexual en algunas mujeres, especialmente durante la fase lútea.

Influencia hormonal en la conducta sexual
Las diferencias hormonales entre hombres y mujeres pueden dar lugar a diferencias en la conducta sexual. Algunas de estas diferencias incluyen:
- Deseo sexual: Los hombres suelen experimentar un deseo sexual más constante y elevado que las mujeres, en parte debido a sus mayores niveles de testosterona. Sin embargo, esto no significa que las mujeres no experimenten deseo sexual; su libido puede variar a lo largo del ciclo menstrual y en función de otros factores, como el estrés o la salud emocional.
- Excitación y orgasmo: Las mujeres pueden experimentar una mayor variabilidad en la excitación y el orgasmo debido a las fluctuaciones hormonales a lo largo del ciclo menstrual. Los niveles más altos de estrógeno durante la ovulación pueden aumentar la sensibilidad de los órganos sexuales y facilitar el orgasmo, mientras que la progesterona puede tener un efecto contrario.
- Satisfacción sexual: Si bien la satisfacción sexual es subjetiva y puede depender de factores individuales y relacionales, las diferencias hormonales pueden influir en la percepción de la satisfacción en hombres y mujeres. Por ejemplo, la testosterona puede aumentar la sensación de bienestar y satisfacción en los hombres después del sexo.
La implicación de la oxitocina y la vasopresina
La oxitocina y la vasopresina son dos hormonas peptídicas producidas en el hipotálamo y liberadas por la glándula pituitaria posterior. Aunque estas hormonas tienen funciones diversas y amplias en el organismo, también desempeñan un papel importante en la conducta sexual y las relaciones interpersonales.
Oxitocina
La oxitocina, conocida como la «hormona del amor» o la «hormona del apego», tiene múltiples funciones en la reproducción y la conducta social. Estas son algunas de las implicaciones de la oxitocina en la conducta sexual y las relaciones:
- Parto y lactancia: La oxitocina estimula las contracciones uterinas durante el parto y la liberación de leche durante la lactancia. Estas funciones facilitan el vínculo entre la madre y el recién nacido.
- Apego y vínculos emocionales: La oxitocina se libera durante el contacto físico, como abrazos, caricias y actividad sexual. Esta liberación de oxitocina fortalece el vínculo emocional y la confianza entre las personas, favoreciendo la formación de relaciones estables y duraderas.
- Excitación y orgasmo: La oxitocina también se libera durante la excitación sexual y alcanza niveles máximos en el orgasmo. Se cree que la oxitocina contribuye a la satisfacción sexual y a la sensación de bienestar después del sexo. En las mujeres, la oxitocina también puede facilitar la respuesta orgásmica y la contracción uterina durante el orgasmo.
Vasopresina
La vasopresina, también conocida como hormona antidiurética, tiene funciones primarias en la regulación del equilibrio hídrico y la presión arterial. Sin embargo, también se ha encontrado que la vasopresina influye en la conducta sexual y las relaciones, particularmente en los hombres. Estas son algunas de las implicaciones de la vasopresina en este ámbito:
- Apego y monogamia: La vasopresina se ha relacionado con la formación de vínculos afectivos y la monogamia en estudios con animales, especialmente en los roedores. En los hombres, se ha sugerido que la vasopresina puede desempeñar un papel en la formación de vínculos afectivos y la fidelidad en las relaciones.
- Agresión y territorialidad: La vasopresina también se ha relacionado con la conducta agresiva y la territorialidad en estudios con animales. En el contexto humano, se ha propuesto que la vasopresina puede estar implicada en la protección de los recursos y la pareja, lo que podría ser relevante en las relaciones a largo plazo.

Diferenciación sexual del sistema nervioso
La diferenciación sexual del sistema nervioso se refiere al proceso por el cual las estructuras y funciones cerebrales se desarrollan de manera diferente en hombres y mujeres debido a la influencia de factores genéticos, hormonales y ambientales. Estas diferencias en el sistema nervioso pueden contribuir a las diferencias observadas en la conducta, las emociones y las habilidades cognitivas entre los géneros. A continuación, se presentan algunos aspectos clave de la diferenciación sexual del sistema nervioso:
Influencia genética
El sexo cromosómico (XX en mujeres y XY en hombres) juega un papel crucial en la diferenciación sexual del cerebro. Los genes ubicados en los cromosomas sexuales parecen influir en el desarrollo y la función de las estructuras cerebrales, así como en la expresión de otros genes que contribuyen a las diferencias entre hombres y mujeres.
Influencia hormonal
Las hormonas sexuales, como la testosterona y el estrógeno, desempeñan un papel crucial en la diferenciación sexual del sistema nervioso. Durante la etapa prenatal y la infancia temprana, las hormonas sexuales actúan sobre el cerebro en desarrollo para dar lugar a diferencias estructurales y funcionales entre los géneros.
- Periodo crítico: Existe un periodo crítico durante el desarrollo prenatal en el cual la exposición a hormonas sexuales, especialmente a la testosterona, puede influir en la diferenciación sexual del cerebro. La testosterona puede actuar directamente sobre las células cerebrales o convertirse en estradiol, una forma activa de estrógeno, para influir en la organización y el desarrollo de las estructuras cerebrales.
- Efectos organizacionales y activacionales: Los efectos de las hormonas sexuales en el cerebro se dividen en dos categorías principales: efectos organizacionales y activacionales. Los efectos organizacionales ocurren durante el desarrollo prenatal y temprano y tienen un impacto duradero en la estructura y función del cerebro. Los efectos activacionales ocurren más tarde en la vida y son reversibles, influenciando la función cerebral y la conducta en función de los niveles circulantes de hormonas sexuales.
Diferencias estructurales y funcionales
Como resultado de la influencia genética y hormonal, se pueden observar diferencias en el tamaño, la conectividad y la función de diversas regiones cerebrales entre hombres y mujeres:
- Tamaño del cerebro: En general, los hombres tienden a tener cerebros más grandes que las mujeres. Sin embargo, esto no se traduce necesariamente en diferencias en la inteligencia o habilidades cognitivas.
- Diferencias regionales: Se han identificado diferencias en el tamaño y la densidad de ciertas regiones cerebrales entre los géneros, como el hipotálamo, la amígdala y el cuerpo calloso. Estas diferencias pueden estar relacionadas con diferencias en la conducta, las emociones y las habilidades cognitivas entre hombres y mujeres.
- Conectividad cerebral: Algunos estudios han encontrado diferencias en la conectividad cerebral entre hombres y mujeres. Por ejemplo, las mujeres pueden tener una mayor conectividad entre los hemisferios cerebrales, mientras que los hombres pueden tener una mayor conectividad dentro de cada hemisferio.
Conclusiones
Como podemos ver, la diferenciación sexual del sistema nervioso es un proceso complejo que involucra factores genéticos y hormonales durante el desarrollo prenatal y postnatal. Estas diferencias en el cerebro y el SNC pueden influir en la conducta, las emociones y las habilidades cognitivas de hombres y mujeres. Sin embargo, es importante destacar que estas diferencias no determinan completamente las capacidades o comportamientos de cada individuo.
Referencias
- Delgado, J.M.; Ferrús, A.; Mora, F.; Rubia, F.J. (eds) (1998). Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis.
- Guyton, A.C. (1994) Anatomía y fisiología del sistema nervioso. Neurociencia básica. Madrid: Editorial Médica Panamericana.
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- Nolte, J. (1994) El cerebro humano: introducción a la anatomía funcional. Madrid: Mosby-Doyma.