¿Qué es el Constructivismo y cómo se utiliza en terapia?

Verificado Redactado por Isbelia Farias el 7 febrero 2016. Artículo revisado, actualizado y verificado por nuestro equipo de psicólogos el 31 julio 2023.

El constructivismo es una teoría del aprendizaje que tiene sus raíces en la filosofía y la psicología. El núcleo esencial del constructivismo es que los alumnos construyen activamente su propio conocimiento y el significado de sus experiencias.

Principios del constructivismo radical

El constructivismo radical es una teoría del conocimiento que parte del supuesto de que no existe una o más verdades externas que reflejen al mundo en sí mismo, independientemente del sujeto cognoscente, es decir, no podemos conocer el mundo de manera objetiva. Se diferencia del nihilismo en que esta doctrina filosófica se basa en la inexistencia de algo permanente, sosteniendo, como consecuencia la imposibilidad de cualquier conocimiento.

Las raíces del constructivismo se remontan a filósofos como Giambattista Vico. Pueden considerarse como iniciadores del constructivismo a los psicólogos George Kelly en clínica y Jean Piaget en psicología del desarrollo. Además de los mencionados, se consideran padres del constructivismo a George Herbert Mead, Humberto Maturana, Ernst von Glasersfeld, Francisco Varela, Heinz von Foerster, Niklas Luhmann, Paul Watzlawick, Gregory Bateson y Lev Vygotsky.

Se basa en el concepto de que la realidad no puede existir separada de la experiencia, y que sólo puede ser conocida a través de la experiencia, lo que resulta en una realidad personal única. El filósofo y teórico del constructivismo radical, Ernst von Glaserfeld (1984, 1990) propone tres principios epistemológicos esenciales del constructivismo a la que se le ha añadido una cuarta recientemente.

  1. El conocimiento no se acumula de forma pasiva, sino que es el resultado de cognición activa del individuo;
  2. La cognición es un proceso adaptativo que funciona para hacer que el comportamiento de un individuo sea más viable en un entorno particular;
  3. La cognición organiza y da sentido a la experiencia de cada uno, no es un proceso que haga una representación exacta de la realidad;
  4. El saber tiene raíces tanto en la construcción biológica/neurológica, como en la interacción social, que se genera sobre la base cultural y del idioma.

Constructivismo y creación de conocimiento

Por lo tanto, el constructivismo reconoce el papel activo del individuo en la creación de conocimiento personal, la importancia de la experiencia (individual y social) en este proceso y la comprensión del mismo y estos cuatro principios fundamentales son la base de los principios básicos de la enseñanza y el aprendizaje.

Según el constructivismo los seres humanos son los responsables del significado que le den a sus vidas y, esencialmente, construyen sus propias realidades. Por este motivo en los diversos enfoques psicoterapéuticos que caen bajo el paraguas del constructivismo, el cliente es visto como un participante activo que crea y determina su propio camino en la vida. El pensamiento constructivo se diferencia así de otras teorías que ven la realidad como algo fijo que debe ser descubierto por los clientes. Por el contrario, en el constructivismo, la realidad es algo que se crea.

El constructivismo es una teoría del conocimiento activo, no una epistemología convencional que trata al conocimiento como la verdad que refleja al mundo “en sí mismo” independientemente del sujeto cognoscente, que afirma que no existe una representación del mundo independiente del observador. Según Michael White este enfoque sostiene que ni la realidad ni el observador pueden ser determinados independientes uno del otro. En el acto de conocer, el observador participa activamente, es una creación conjunta que se realiza en el acto de conocer.

“Cuándo se coloca la objetividad entre paréntesis, todas las posiciones, todos los universos en el multi-verso, son igualmente válidos. Al comprender esto, se pierde la pasión por cambiar al otro” (Maturana, 1992).

El conocimiento en el constructivismo

El constructivismo se caracteriza por su interés en comprender cómo llegamos a tener el conocimiento que nos permite manejarnos en la vida. Para el constructivismo el conocimiento tiene una función básicamente adaptativa. Piaget fue uno de los constructivistas más representativos de todos los tiempos.

Piaget trabajó en el estudio de los orígenes psicológicos de la teoría del conocimiento individual donde atribuye a la cognición una función adaptativa. El significado del concepto “adaptación” lo toma de la teoría de la evolución: la adaptación al entorno garantiza la supervivencia (viabilidad) en un determinado ambiente. Desde una interpretación cognitiva los conceptos viabilidad y adaptación se refieren no sólo a la subsistencia, sino también al mantenimiento del equilibrio interno. Entendemos por equilibrio interno la falta de conflictos o contradicciones a nivel conceptual.

Las 4 etapas del desarrollo cognitivo infantil de Piaget

Características del constructivismo

1. Radical

Ernst Von Glasersfeld, afirma que el conocimiento está en la mente de las personas y que el sujeto cognoscente no tiene otra alternativa que construir lo que conoce sobre la base de su propia experiencia. El conocimiento, por lo tanto es subjetivo, se construye a partir de las experiencias individuales (diferentes, cada persona tiene la suya) por lo tanto, el conocimiento no es una copia de la realidad. No se puede separar al investigador de lo investigado, no hay forma de comparar o comprobar si son o no iguales.

Heinz Von Foerster inició el debate sobre las implicaciones neurofisiológicas del cognosticismo, planteando que el sistema nervioso no podía distinguir entre la percepción y la alucinación y que ambos son simples patrones de excitación nerviosa. En 1971 los biólogos chilenos Maturana y Varela profundizaron sobre las implicaciones neurofisiológicas de este enunciado, quienes percibieron el conocimiento como un componente necesario de los procesos de la autopoiesis (capacidad de los sistemas de producirse a sí mismos) que caracterizan a los organismos vivos.

2. Plural

El constructivismo se sitúa en un plano interdisciplinar. Parte de la evidencia de que ninguna disciplina acumula en sí todos los puntos de vista sobre un fenómeno concreto. La psicología, biología, antropología… aportan visiones y perspectivas diferentes sobre una misma realidad, por ello deben mantener mutuamente una postura de respeto y complementariedad.

De igual manera a nivel individual, las historias que fabricamos sobre nuestras relaciones, son diferentes entre sí, no es el mismo relato que mantenemos con nuestra madre al que mantenemos con nuestros hijos o el que mantiene nuestro vecino con su madre o con sus hijos.

3. Narrativo

Las características que ofrece la narrativa (coherencia, claridad evocativa y construcción personal) han hecho que la terapia la tome como modelo de trabajo terapéutico. La narrativa aporta a la terapia:

  • Interés por los procesos de significado individual y colectivo.
  • La posibilidad de profundizar en las experiencias emocionales complejas de las personas y plantear hipótesis de trabajo que las incluyan.
  • Interés por la temporalidad y proceso de secuenciación en situaciones específicas como: estrés post-traumático o procesos de pérdida y duelo.
  • Conectar los problemas de las personas que acuden a terapia con su ciclo vital.

Nuestra representación del mundo, y aun nuestra propia identidad, no se corresponden con una descripción estática y fija. Cada uno de nosotros tiene para sí un relato de su propia vida y además cuenta historias, todas verídicas, que extrae de su biografía. Al trasladar estas narraciones, fijamos recuerdos, eliminamos ciertos desgarros internos, creamos nuestra identidad, la retocamos de forma sucesiva, vamos dando consistencia al sentimiento de nuestra existencia, nos otorgamos significación, porque justificamos y cargamos de congruencia nuestras actuaciones pasadas y vamos perfilando nuestro sentido teleológico, lo que nos da razón de ser.

4. Social

El término Constructivismo Comunal fue introducido por Bryn Holmes en 2001. Como él mismo lo describe en una publicación propia, «en este modelo, los estudiantes no solamente pasan a través de un curso, como el agua a través de una tubería; sino que dejan su propia huella en el proceso de aprendizaje.» Es decir, el constructivismo comunal afirma que para que se de un ambiente de aprendizaje óptimo, debe existir una interacción dinámica entre los instructores, los alumnos y las actividades. Esta coyuntura provee oportunidades para los alumnos de crear su propia verdad, gracias a la interacción con los otros.

El constructivismo comunal en educación y teoría del aprendizaje es una teoría de la forma en que el ser humano aprende a la luz de la situación social y la comunidad de quien aprende.

Esta teoría, por lo tanto, enfatiza la importancia de la cultura y el contexto para el entendimiento de lo que está sucediendo en la sociedad y para construir conocimiento basado en este entendimiento. Es decir, vale la pena entablar una comunicación fluida en el entorno educativo para que se construya el aprendizaje entre todos los participantes del mismo.

5. Relacional

El término constructivismo en terapia se refiere a todas aquellas teorías y prácticas de corte constructivista que tratan sobre el modo en que los individuos crean sistemas para comprender su mundo y sus experiencias y, organizan la estructura significativa donde se construye su personalidad.

Al hablar, vamos creando la realidad junto con nuestros interlocutores. Así es como, sobre la base de nuestra biografía, creamos y modificamos nuestra identidad, que retocamos permanentemente en virtud del contexto, de las circunstancias de nuestra interacción y de las características y expectativas de nuestro interlocutor.

Los modelos teóricos de terapia relacionados con el constructivismo no ven al ser humano como un receptor pasivo de experiencias y aprendizajes ni como esclavos de pasiones, sino como constructores activos de sus estructuras de relación.

Constructivismo radical: ¿Somos los autores de nuestra realidad?

Las Terapias Constructivas

Las terapias constructivas ofrecen una perspectiva que difiere del enfoque tradicional de la psicología sobre lo que está mal en un cliente, prestando mayor atención a los puntos fuertes de la persona. Es más optimista y trabaja sobre los recursos, metas, esperanzas y sueños del cliente. Se centra principalmente en las metas u objetivos a los que desea llegar en su vida, en vez de en su historia o la infancia. El cliente es visto como un creador proactivo.

La terapia constructivista es un proceso que intenta reconstruir los procesos de la persona para mantener el sentido de sí mismo y sus estructuras internas. Esta terapia reconoce que el poder para cambiar se encuentra más en los procesos que en un procedimiento determinado, sin embargo estos procesos se pueden captar a través de diferentes ejercicios. En general podemos decir que las estrategias que se utilizan van dirigidas al autorreconocimiento emocional y su explicación (vs. autocontrol emocional). Las estrategias y técnicas que se utilizan son:

  • autoinforme (diarios, tareas estructuradas de autoobservación),
  • ejercicios de enfoque y reconocimiento emocional,
  • agendas de sesión,
  • reencuadre y reformulación de resistencias como mantención de la propia coherencia,
  • historia del proyecto vital,
  • resúmenes y rituales de finalización, etc.

La terapia constructivista es fruto de la investigación de los últimos 30 años. Recoge lo mejor y más eficaz de las diferentes tendencias clásicas de la terapia (psicoanálisis, Gestalt, psicodrama, terapia cognitiva, terapia familiar sistémica…) para combinarlo en un método eficiente, positivo y esperanzador capaz de promover el cambio.

Los representantes de la terapia familiar sistémica hablan de un «mapa de representación del mundo», que cada persona fabrica a partir de su propia experiencia. Toda experiencia se basa en la percepción que realizamos a través de los sentidos, las señales que recibimos constituyen lo que podríamos llamar el archivo personal y secreto de nuestra experiencia. Cada vez que hablamos de ésta, recurrimos a este archivo y extraemos la información que contiene, volviendo a sufrir otra serie de arreglos y modificaciones, configurándose lo que Bandler y Grinder llaman “la estructura de la superficie” (el relato final que construimos sobre lo que sucedió y cómo lo vivimos). La terapia constructivista se fundamenta en este largo e intrincado proceso.

Técnicas de Terapia Constructivista

La terapia constructivista utiliza diversas técnicas y estrategias para ayudar a las personas a comprender y cambiar sus patrones de pensamiento y comportamiento. Algunas de las técnicas utilizadas en la terapia constructivista incluyen:

  1. Entrevista colaborativa: la terapia constructivista se basa en una relación colaborativa entre el terapeuta y el cliente. En lugar de que el terapeuta tenga todas las respuestas, la entrevista colaborativa implica que el terapeuta y el cliente trabajen juntos para explorar y comprender los problemas del cliente.
  2. Análisis de la narrativa: la terapia constructivista se centra en cómo las personas construyen sus propias historias y significados. El análisis de la narrativa implica ayudar al cliente a examinar las historias que se cuenta a sí mismo y cómo estas historias pueden estar contribuyendo a sus problemas.
  3. Cuestionamiento socrático: esta técnica implica hacer preguntas para ayudar al cliente a examinar sus creencias y supuestos. El objetivo es ayudar al cliente a comprender cómo sus patrones de pensamiento pueden estar afectando su comportamiento y sus emociones.
  4. Técnicas creativas: la terapia constructivista a menudo utiliza técnicas creativas, como el dibujo, la escritura o el uso de metáforas, para ayudar al cliente a expresar y explorar sus pensamientos y sentimientos.
  5. Enfoque en la experiencia presente: la terapia constructivista se centra en la experiencia del momento presente del cliente y cómo se relaciona con sus patrones de pensamiento y comportamiento. Esta técnica puede ayudar al cliente a comprender cómo sus pensamientos y emociones actuales están influenciando su comportamiento.

En general, la terapia constructivista es una forma centrada en el cliente y colaborativa de psicoterapia que tiene como objetivo ayudar al cliente a comprender y cambiar sus patrones de pensamiento y comportamiento para mejorar su bienestar emocional y psicológico.

Diferencias entre terapias constructivistas y terapias clásicas

TERAPIAS CLASICAS TERAPIA CONSTRUCTIVISTA
Centrada en el déficit, en el problema Centrada en recursos, capacidades
Centrada en el pasado Centrada en el presente y el futuro
De duración larga o indefinida De duración más breve y definida
Frecuencia de 1 o 2 terapias semanales Las personas marcan el ritmo
Basada en la conversación terapeuta – paciente Variedad de técnicas para alcanzar el objetivo
Pasiva Activa
El terapeuta: el guía La familia al mando

Forma de trabajo de los terapeutas constructivistas

El papel del terapeuta en la psicoterapia constructiva es muy distinto a la clásica función de «doctor» en el que se supone que el terapeuta «cura» o «trata» a un paciente.

Aquí el terapeuta ofrece habilidades para la facilitación y la orientación del cliente, motivo por el que el terapeuta constructivo no es visto como un “experto”. El terapeuta y el cliente son vistos como participantes colaborativos, ya que crean el significado juntos, facilitando al cliente la creación de una mejor realidad y avanzando juntos.

El terapeuta constructivo se suscribe a la creencia en una realidad socialmente construida y ve su trabajo con un cliente como una co-construcción de significado juntos a través de la conversación. El terapeuta se centra en los puntos fuertes de un cliente, y no en enfermedades o deficiencias, haciendo hincapié en los recursos. Se centra en el futuro que es a la vez esperanzador y optimista sobre la capacidad del cliente para hacer cambios positivos.

Principales tipos de Terapia Constructivista

  • Terapia Breve Centrada en Soluciones: es una forma de terapia breve que se utiliza con todo tipo de personas, familias y problemas. El énfasis, al igual que con muchas de las terapias constructivistas, es en las fortalezas y las soluciones disponibles de los clientes. El enfoque no se encuentra en lo que está mal, sino en el resultado.
  • Terapia Centrada en las Emociones: esta terapia se utiliza principalmente en las parejas para ayudarlas a profundizar, enriquecer y salvar su relación. Su enfoque no cae solamente bajo el paraguas del constructivismo, sino que también se basa en gran medida en la teoría del apego, que hace hincapié en la importancia de un vínculo emocional fuerte y seguro con el otro.
  • La Terapia Narrativa: se utiliza con niños, familias y adultos. La Terapia Narrativa ofrece a los clientes la oportunidad de dominar sus vidas a través de las historias que se cuentan a sí mismos. La narrativa terapéutica ayuda a sacar a la luz las realidades preferidas de los clientes y les permite de alguna forma re-escribir sus vidas.

El Constructivismo en la salud mental ofrece una gran cantidad de esperanza y optimismo. El terapeuta constructivista facilita la habilidad de cambiar de vida a través de conversaciones, generando confianza, nuevas posibilidades y oportunidades en la vida de los clientes.

El Construccionismo Social; cómo construimos nuestra realidad con el lenguaje

Referencias

  • BATESON, G. (1972/1998), “Pasos hacia una ecología de la mente”, Buenos Aires, Argentina, Lohlé-Lumen.
  • KEENEY, B.; ROSS, J. (1987) “Construcción de terapias familiares sistémicas”. Ed. Amorrortu. Buenos Aires.
  • MATURANA, H. Y VARELA, F. (1984), “El árbol del conocimiento”, Santiago, Chile, Universitaria.
  • MATURANA, H. (1992) “El sentido de lo Humano”. Ed. Hachette, Santiago de Chile.
  • NEIMEYER, R., y MAHONEY, M. (1998), ”Constructivismo en psicoterapia”, Barcelona, España, Paidós.
  • RICOEUR, P. (1978), “Historia y narratividad”, Barcelona, España, Paidós.
  • SEGAL, L. (1994) “Soñar la realidad. El constructivismo de Heinz Von Foerster”. Ed. Paidós. Buenos Aires.
Isbelia Farias

Licenciada y Máster en filosofía (Universidad del Zulia), maestrante en Orientación en Sexología (CIPPSV) su área está enfocada hacia el bienestar y la sexualidad en la pareja. Posee certificación en coaching (Universidad Autónoma de Barcelona), Fundamentos de la escritura (Tecnológico de Monterrey), Sexualidad, mucho más que sexo (Universidad de los Andes), Psicología Positiva (Universidad Metropolitana de Caracas), diplomada en Logoterapia y Análisis Existencial, Orientación de la Conducta y Psicología Forense.