El cerebro reptiliano, nuestro cerebro más primitivo

Redactado por Marta Guerri . Artículo revisado, actualizado y verificado por nuestro equipo de psicólogos por última vez el 21 junio 2024.
Descubre cómo el cerebro reptiliano controla nuestras funciones básicas de supervivencia y regula nuestros impulsos y reacciones instintivas.

El cerebro reptiliano es la parte más antigua y primitiva de nuestro cerebro, y se encarga de las funciones básicas de supervivencia, como respirar, comer o dormir. También regula los impulsos y reacciones instintivas, como el miedo, la agresión o el deseo sexual.

Aunque es una parte importante del cerebro, también tiene limitaciones en su adaptabilidad y puede llevar a comportamientos impulsivos si no se equilibra adecuadamente con otras partes del cerebro.

Qué es el cerebro reptiliano

El cerebro reptiliano, también conocido como el complejo reptiliano, es una de las tres partes principales del cerebro humano, junto con el sistema límbico y el neocórtex. Es la estructura más antigua y primitiva del cerebro, y es responsable de regular funciones corporales básicas como la respiración, la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y el equilibrio hormonal, entre otros.

El término «cerebro reptiliano» se refiere a la idea de que esta parte del cerebro es similar en su funcionamiento al cerebro de los reptiles y otros animales primitivos. Los reptiles tienen un cerebro muy simple, con pocas regiones especializadas. Sin embargo, estas regiones son muy importantes para la supervivencia de los mismos, ya que controlan funciones vitales como la alimentación, el movimiento y la defensa.

Cerbero Evolucion

Características principales del cerebro reptiliano

El cerebro reptiliano se caracteriza por su estructura primitiva, su función en la regulación de las funciones corporales básicas y las respuestas instintivas en situaciones de estrés o peligro. A continuación os presentamos algunas de sus características principales:

  1. Es la estructura más antigua del cerebro: Como ya hemos dicho, ésta es la parte más antigua del cerebro humano y es una estructura que se ha conservado a lo largo de la evolución. Se cree que esta parte del cerebro se remonta a hace unos 500 millones de años, cuando aparecieron los primeros vertebrados.
  2. Regula las funciones corporales básicas: Es responsable de regular funciones corporales básicas como la respiración, la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y el equilibrio hormonal. Estas funciones son esenciales para la supervivencia y la homeostasis del cuerpo.
  3. Controla las respuestas instintivas: También es responsable de procesar las emociones primarias, como el miedo, la ira y la agresión, y de activar respuestas automáticas en situaciones de peligro o estrés. Nos hace buscar el placer y evitar el dolor. Estas respuestas incluyen la respuesta de lucha o huida, que ayuda al organismo a enfrentar o escapar de una amenaza.
  4. Regula el comportamiento sexual: El cerebro reptiliano también desempeña un papel en la regulación del comportamiento sexual y la reproducción. Nos hace sentir la necesidad de reproducirnos y perpetuar nuestra especie. Esta estructura está involucrada en la búsqueda de pareja, el apareamiento y el cuidado de las crías.
  5. Es menos adaptable que otras estructuras cerebrales: A diferencia del neocórtex, que es altamente adaptable y puede cambiar en respuesta a nuevas experiencias y aprendizajes, el cerebro reptiliano es menos adaptable y se basa en patrones de comportamiento instintivos y heredados.

Dónde está y qué partes componen el cerebro reptiliano

En el caso de los seres humanos, el cerebro reptiliano se encuentra en la base del cerebro y está compuesto por varias estructuras que trabajan juntas para regular las funciones corporales básicas y para proporcionar una respuesta rápida a situaciones de peligro o estrés.

Las estructuras que componen el cerebro reptiliano son:

1. Tronco encefálico

El tallo cerebral o tronco encefálico es una estructura esencial del cerebro que se encuentra en la base del cráneo, conectando el cerebro con la médula espinal. Es responsable de regular funciones vitales del cuerpo como la respiración, el latido del corazón, la presión arterial, la digestión y los ciclos de sueño y vigilia.

El tallo cerebral se compone de tres partes: el mesencéfalo, la protuberancia y la médula oblonga. Cada una de estas partes tiene una función específica en el control de las funciones corporales básicas.

  1. El mesencéfalo es la parte más inferior y estrecha del tronco encefálico. Se encarga de regular las funciones vitales básicas, como la respiración, el ritmo cardíaco y la presión arterial. También contiene los núcleos de algunos nervios craneales que controlan la deglución, el habla, el gusto y los movimientos de la lengua.
  2. La protuberancia o puente es la parte media del tronco encefálico. Se encarga de regular el ciclo sueño-vigilia y el nivel de alerta. También contiene los núcleos de algunos nervios craneales que controlan la sensibilidad y el movimiento de la cara, los ojos y el oído interno.
  3. La médula oblonga es la parte superior y más ancha del tronco encefálico. Se encarga de procesar la información visual y auditiva y coordinar los movimientos oculares. También contiene los núcleos de algunos nervios craneales que controlan el movimiento de los párpados, las pupilas y los músculos extraoculares.

Además de su papel en la regulación de las funciones corporales básicas, el tronco encefálico también tiene una función en el control de la atención y la conciencia. Las lesiones en el tallo cerebral pueden resultar en síntomas graves, como la pérdida del control de las funciones corporales y la conciencia.

Esta estructura conecta el cerebro con la médula espinal y controla funciones vitales como la respiración, la frecuencia cardíaca y la presión arterial. El tallo cerebral también es responsable de regular los ciclos de sueño y vigilia.

2. Cerebelo

El cerebelo es una estructura situada en la parte posterior del cerebro, debajo de los lóbulos occipitales y detrás del tronco cerebral. Es una parte importante del sistema nervioso central y está involucrado en el control y coordinación del movimiento, así como en otras funciones cognitivas.

El cerebelo está compuesto por dos hemisferios cerebelosos y se divide en varias partes, como el vermis y los lóbulos cerebelosos anterior, posterior y flocculonodular. Está conectado al cerebro y al resto del cuerpo a través de varias vías nerviosas, incluyendo el tronco cerebral y la médula espinal.

La principal función del cerebelo es la regulación del movimiento y la coordinación motora fina. Ayuda a controlar y ajustar la postura, el equilibrio y la precisión de los movimientos voluntarios, como caminar, correr, escribir y tocar un instrumento musical. También contribuye a la planificación y ejecución de movimientos complejos, como los necesarios para la práctica de deportes y otras actividades físicas.

Además, el cerebelo también está implicado en la regulación de otras funciones cognitivas, como el aprendizaje, la memoria, la atención y el lenguaje. También desempeña un papel importante en la modulación de las emociones y el control de la respuesta emocional a los estímulos.

El daño al cerebelo puede causar una serie de síntomas, como problemas de equilibrio y coordinación, temblores, movimientos inestables y dificultades para hablar y comprender el lenguaje. También puede afectar la capacidad de aprendizaje y memoria, así como la capacidad de regular las emociones.

El Cerebelo: anatomía y fisiología

3. Bulbo olfatorio

El bulbo olfatorio es una estructura situada en la base del cerebro, que se encarga de procesar la información olfatoria, es decir, de los olores. Es la primera estructura del sistema olfatorio, que recibe información de los receptores olfatorios presentes en la mucosa del epitelio olfatorio de la nariz.

Está formado por un conjunto de núcleos y células que se organizan en varias capas. Cada capa tiene una función específica en el procesamiento de la información olfatoria. La información olfatoria se transmite desde los receptores olfatorios hasta el bulbo a través de las fibras nerviosas del nervio olfatorio. Una vez que la información llega al bulbo olfatorio, se procesa y se envía a otras áreas del cerebro, como el hipotálamo, la corteza olfatoria y la amígdala, que se encargan de interpretar y dar significado a la información olfatoria.

Además de su papel en el procesamiento de la información olfatoria, el bulbo olfatorio también se ocupa de la modulación de respuestas emocionales a los olores. Por ejemplo, ciertos olores pueden evocar recuerdos emocionales y desencadenar una respuesta emocional en el cuerpo.

El daño o la lesión en el bulbo olfatorio puede causar problemas en la capacidad de detectar olores y en la identificación de los mismos. Esto puede afectar la capacidad de percibir y apreciar los sabores, ya que gran parte del sabor está determinado por el sentido del olfato. También puede afectar la capacidad de detectar olores peligrosos, como el gas o la comida en mal estado, lo que puede ser un riesgo para la salud.

4. Hipotálamo

El hipotálamo es una estructura situada en la base del cerebro, justo debajo del tálamo y encima del tronco cerebral. Juega un papel crucial en la regulación del sistema endocrino y en la coordinación de muchas funciones corporales esenciales.

Está formado por diferentes núcleos, cada uno con funciones específicas. Estos núcleos están conectados a otras áreas del cerebro, como la corteza cerebral, el sistema límbico y el tronco cerebral, así como a la glándula pituitaria y otros órganos del cuerpo.

Entre las funciones del hipotálamo, se encuentran:

  1. Control del sistema endocrino: El hipotálamo es el principal regulador del sistema endocrino, que es el sistema de glándulas que producen y liberan hormonas en el cuerpo. El hipotálamo produce y libera hormonas que regulan la liberación de otras hormonas en la glándula pituitaria, que a su vez controla la producción de hormonas en otras glándulas endocrinas del cuerpo, como la tiroides, las glándulas suprarrenales y las gónadas.
  2. Regulación de la temperatura corporal: El hipotálamo juega un papel importante en la regulación de la temperatura corporal, lo que ayuda al cuerpo a mantenerse en un rango de temperatura constante.
  3. Control del hambre y la sed: El hipotálamo también es responsable de regular el apetito y la sed, y ayuda a mantener el equilibrio de fluidos en el cuerpo.
  4. Control del sueño y la vigilia: El hipotálamo también está implicado en el control del ciclo de sueño-vigilia, y ayuda a regular la liberación de melatonina y otras hormonas que afectan el sueño.
  5. Regulación de la respuesta al estrés: El hipotálamo también está involucrado en la respuesta del cuerpo al estrés, y libera hormonas que desencadenan la respuesta de «lucha o huida» ante situaciones de estrés.

5. Ganglios basales

Los ganglios basales son un grupo de núcleos de sustancia gris que se encuentran en la base del cerebro. Incluyen el núcleo caudado, el putamen, el globo pálido, el núcleo subtalámico y la sustancia negra. Estos núcleos se comunican entre sí y con otras áreas del cerebro para coordinar el movimiento y el tono muscular.

Los ganglios basales tienen un papel fundamental en la regulación del movimiento y la coordinación motora. También están involucrados en la planificación y ejecución de movimientos complejos, así como en la modulación del tono muscular y la postura.

El funcionamiento de los ganglios basales depende del equilibrio entre dos tipos de neuronas: las neuronas dopaminérgicas y las neuronas GABAérgicas. Las neuronas dopaminérgicas liberan dopamina, un neurotransmisor que juega un papel importante en la regulación del movimiento y la motivación. Las neuronas GABAérgicas son inhibidoras y disminuyen la actividad neuronal en los ganglios basales.

Las enfermedades que afectan los ganglios basales pueden provocar trastornos del movimiento, como la enfermedad de Parkinson, la corea de Huntington, el temblor esencial y la distonía. Estas enfermedades pueden producir movimientos anormales, temblores, rigidez muscular y dificultades para iniciar o detener el movimiento.

¿Podemos controlar el cerebro reptiliano?

El cerebro reptiliano al ser la parte más primitiva de nuestro cerebro, y se encarga de controlar las funciones involuntarias del cuerpo y los instintos básicos de supervivencia. Sin embargo, a veces puede entrar en conflicto con las otras partes más evolucionadas de nuestro cerebro, como el sistema límbico o el neocórtex, que se ocupan de las emociones y el pensamiento racional.

Aunque no es posible controlar directamente el cerebro reptiliano, podemos influir en su respuesta a través de la práctica de diferentes técnicas y estrategias. Algunas de ellas son:

  1. Técnicas de respiración: La respiración consciente y controlada puede ayudar a disminuir la respuesta del sistema nervioso simpático, que se activa en situaciones de estrés y peligro.
  2. Meditación: La meditación puede ayudar a disminuir el estrés y la ansiedad, lo que a su vez puede influir en la respuesta del sistema nervioso reptiliano.
  3. Ejercicio físico: El ejercicio físico regular puede ayudar a reducir los niveles de estrés y mejorar la salud en general, lo que puede influir en la respuesta del sistema nervioso reptiliano.
  4. Terapia cognitivo-conductual: La terapia cognitivo-conductual puede ayudar a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento que puedan estar contribuyendo a la activación del sistema nervioso simpático.
  5. Técnicas de relajación: Las técnicas de relajación, como el yoga, la relajación muscular progresiva y la visualización, pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, lo que puede influir en la respuesta del sistema nervioso reptiliano.

Paul MacLean y la Teoría del Cerebro Triuno

Referencias

  • MacLean, P. D. (1991). El cerebro reptiliano: el asiento de la emoción. Barcelona: Paidós.
  • LeDoux, J. E. (2001). El cerebro emocional. Barcelona: Ariel.
  • Álvarez, E. (2009). Neuromarketing: el cerebro reptiliano en acción. Madrid: ESIC Editorial.
  • Medina, J. (2009). Brain Rules: 12 principios para sobrevivir y prosperar en el trabajo, el hogar y la escuela. Madrid: Pearson Educación.
  • Herreros, G. (2017). Neurociencia para Julia. Madrid: Alianza Editorial.
Mguerri

Marta Guerri es Licenciada en Psicología por la UOC y Diplomada en Enfermería por la UB. Es Psicóloga General Sanitaria, con un Máster en Terapia de la Conducta y la Salud, Postgrado en Terapia Familiar Socioeducativa, y un Postgrado en Salud Mental y Psiquiatría por la Universitat de Barcelona (UB). Ha trabajado en terapia con familias con vulnerabilidad social en el Servicio de Orientación y Acompañamiento a Familias (SOAF) y actualmente ejerce de Psicóloga en la Clínica Fertty, donde se dedica a la atención de pacientes y donantes en tratamientos de fertilidad. Además, es miembro de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), donde dirige uno de los grupos de estudio dedicado a la atención de donantes y ha realizado distintas ponencias sobre este tema. Es CEO y gestora de contenidos de Psicoactiva.com, un portal líder en psicología, que ha crecido hasta convertirse en una comunidad de referencia en el ámbito de la psicología y las neurociencias. Marta ha publicado varios libros sobre psicología y salud emocional, incluyendo "Inteligencia Emocional, una guía útil para mejorar tu vida" y "Entrenamiento mental para mejorar tu inteligencia" de la editorial Mestas Ediciones. Además, a través de su trabajo voluntario con la asociación Cracbaix, se dedica a asesorar a las familias con hijos de Altas Capacidades Intelectuales.