La DBT, o la terapia dialéctica conductual, llamada también terapia dialéctico comportamental, es una psicoterapia de tercera generación que se enfoca en las habilidades psicosociales.
Las siglas DBT, provienen del inglés Dialectical Behaviour Therapy, y es una terapia cognitivo conductual que fue desarrollada por la investigadora Marsha Linehan para tratar casos de Trastorno Límite de Personalidad (TPL). Aunque su investigación comenzó en la Universidad de Washington y era exclusiva, en principio, para el TPL, hoy se sabe que funciona para otros trastornos o padecimientos y su uso se ha extendido dentro del campo psicológico.
¿Qué es la DBT?
La DBT combina diferentes técnicas cognitivo-conductuales con el propósito de que la persona logre regular sus emociones. Son comunes, dentro de esta corriente, el aprender a convivir con la angustia, la aceptación y la plenitud, pues, hay aspectos de la DBT que son tomados de la meditación budista o principios Zen.
Hasta ahora, muchos autores coinciden en que esta es una de las psicoterapias más eficaces en la actualidad, para el tratamiento de TLP, así como para tratar trastornos del estado de ánimo, casos de abuso sexual, dependencia a sustancias, entre otros.
Cuando comenzó esta psicoterapia, se creía que el TLP era uno de los trastornos más difíciles de abordar, pero, la Dra. Marsha supo darle otro enfoque y lo catalogó como un trastorno cuyo núcleo se encuentra en la regulación de las emociones, lo cual se puede lograr a través de una intervención.
Los pacientes con TLP suelen tener entre los síntomas ideas de suicidio, comportamientos de autolesión, depresión y ansiedad.
De acuerdo con Gempeler, en su trabajo sobre la Terapia Conductual Dialéctica, lo que más se destacada de la DBT es el carácter integrador que posee, pues, es un enfoque que está basado en principios cognoscitivos, conductuales y con elementos del zen. Por ello, Gelemper acota que es un tratamiento que funciona no solo en TLP, sino que también es muy útil para tratar la depresión, ansiedad, ira, impulsividad, trastornos del control de los impulsos, entre otros.
El DBT también es utilizado habitualmente en adolescentes para abordar casos de abuso de sustancias, trastorno bipolar, trastornos de alimentación, trastornos de conducta disruptiva, ansiedad y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Este tipo de terapia se usa en la adolescencia debido a los problemas que ellos viven, y también porque, en muchas ocasiones, al no saber afrontar las vivencias, tienden a autolesionarse.
¿Cuáles son los componentes principales de la DBT?
La DBT combina varias estrategias en un tratamiento estructurado. Se compone de cuatro módulos básicos de habilidades:
- Mindfulness (Atención Plena)
- Aprender a estar presente en el aquí y ahora, sin juzgar.
- Ayuda a calmar la mente y observar los pensamientos y emociones sin dejarse arrastrar por ellos.
- Tolerancia al malestar
- Habilidades para sobrevivir a momentos de crisis sin empeorarlos (por ejemplo, sin autolesionarse, ni consumir drogas, etc.).
- Se trabaja la aceptación radical de las cosas que no se pueden cambiar de inmediato.
- Regulación emocional
- Técnicas para entender, identificar y manejar emociones intensas.
- Se busca disminuir la vulnerabilidad emocional y aumentar las emociones positivas.
- Efectividad interpersonal
- Mejora las relaciones con los demás: cómo pedir lo que se necesita, poner límites, decir no y mantener relaciones sanas sin autosacrificarse.
La terapia dialéctica conductual: un enfoque en demanda
El hecho de que la terapia dialéctica conductual, o DBT, haya tenido tanto éxito se debe a que el trastorno límite de la persona suele presentar dificultad para regular el estado anímico, lo cual lleva al sujeto que lo padece a actuar de forma impulsiva y vivir rodeado de conflictos.
La Dra. Linehan introduce una novedad luego de probar con la tradicional Terapia Cognitivo Conductual, e hizo énfasis en la aceptación, algo que surgió desde su propia experiencia en la concienciación y la meditación. Así, la Dra. Linehan terminó combinando las estrategias de aceptación y conciencia reflexiva con las de cambio, dando origen a la terapia dialéctica conductual.
A partir de este enfoque lo que se busca es enseñar técnicas que permitan a los sujetos, o adolescentes, según sea el caso, a comprender sus emociones sin emitir juicios, así como también les facilita habilidades para aprender a manejar las emociones e introducir modificaciones en los comportamientos.
Las terapias con la DBT suelen comenzar de forma individual y luego se procede de forma grupal con el fin de entrenar las habilidades adquiridas, no solo con otros adolescentes, sino también con los padres.
El factor «dialéctico» viene dado porque en este enfoque se trabaja con dos puntos que son contradictorios: la aceptación de lo que se siente y el aprendizaje para cambiar eso. Es decir, la DBT trabaja con verdades dialécticas o contrarias, tales como: “Estoy haciendo mi mejor esfuerzo”, y “necesito que sea mejor”, por ejemplo.
¿Qué incluye la DBT y qué habilidades enseña?
En la DBT se brinda un apoyo adicional que incluye las llamadas telefónicas para dar aliento a los pacientes, sobre todo si sienten deseos de causarse lesiones; reuniones semanales en grupo; terapia familiar; sesiones de consulta con otros profesionales, entre otros.
En cuanto a las habilidades, se puede decir que este enfoque integra las siguientes:
- Habilidades de concienciación: este momento es reflexivo y permite comprender las emociones;
- Habilidades para regular las emociones: para facilitar el proceso de enfrentar las circunstancias, incluso las más difíciles, a través de experiencias que ayuden a encontrar la calma y evitar llegar a los extremos.
- Habilidad de afectividad interpersonal: pues, muchas veces las interacciones de la persona afectada suelen generarle comportamientos impulsivos y, en este momento, se aprende otra manera de actuar.
- Habilidades de tolerancia a la angustia: en este punto, lo que se busca es tomar conciencia de que lo que se procura hacer, como autolesionarse, carece totalmente de sentido y, por lo tanto, debe ser controlado de forma consciente.
- Habilidad para hacer negociaciones: viendo los diferentes puntos de vista que tienen los demás e intentando establecer compromisos.
Además de estas habilidades de tolerancia al malestar, con la terapia DBT la persona llega a ser capaz no solo de aprender a tolerar el malestar, sino sentirse pleno, sin intentar cambiar lo que observa. Pues, al final, el individuo comprende que el malestar es parte de la vida, no puede ser suprimido, sino que, parte del cambio interno incluye esta tolerancia, con la cual también se demuestra madurez emocional.
- Barraca Mairal, J. (2009). Habilidades clínicas en la terapia conductual tercera generación. Clínica y Salud, 20(2), 109-117.
- Fernández, B. A. (1996). La terapia dialéctica conductual para el trastorno límite de la personalidad. Psicología conductual, 4(1), 123-140.
- Gempeler, J. (2008). Terapia conductual dialéctica. Revista colombiana de psiquiatría, 37(1), 136-148.
- Gómez, E. (2007). Terapia dialectica conductual. Revista de Neuro-Psiquiatría, 70(1-4), 63-70.
