3 técnicas post mortem de estudio del sistema nervioso

Verificado Redactado por Xevi Molas el 12 agosto 2021. Artículo revisado, actualizado y verificado por nuestro equipo de psicólogos el 18 mayo 2023.
Las técnicas post mortem siguen siendo una herramienta valiosa para el estudio del sistema nervioso.

En el último siglo las neurociencias han arrojado una cantidad de información descomunal. Y todo ello gracias a la introducción de nuevas técnicas de investigación del sistema nervioso. Sin embargo, a pesar de todos estos avances, uno de los métodos más directos de estudio del sistema nervioso son las técnicas post mortem. Para ello, la ciencia requiere del sacrificio de sujetos experimentales, en este caso animales, o de obtener muestras de personas que hayan donado expresamente su cuerpo a la ciencia. De este modo, se puede estudiar con mayor número de detalles la anatomía del sistema nervioso que de otro modo sería imposible investigar. ¡Veamos algunas de estas técnicas!

1. Inmunocitoquímica

Las técnicas inmunocitoquímicas son un tipo de técnicas histológicas que permiten identificar elementos del sistema nervioso como neurotransmisores, orgánulos celulares, enzimas de síntesis, etc. También pueden utilizarse para medir la actividad cerebral a través de la detección de proteínas que se sintetizan cuando las neuronas se activan. En este tipo de técnicas se crean sustancias químicas de forma artificial con la capacidad de reconocer de forma concreta al elemento que se quiere estudiar. Este tipo de sustancias se conocen como anticuerpos.

Una vez que se extrae el cerebro y se prepara el tejido, el siguiente paso es incubar una solución que contiene el anticuerpo que se unirá al elemento que se desea estudiar. Después de esto, se localiza el anticuerpo de dos formas posibles. La primera de ellas, es mediante la exposición a un segundo anticuerpo que reconoce al primero y emite una señal. La segunda forma, es a través de señales que emite el primer anticuerpo bajo determinadas condiciones como, por ejemplo, señales fluorescentes.

2. Técnicas histológicas

A través de la histología se estudia la estructura de las células y, en este caso concreto, las neuronas y las glía. Una de las técnicas que permiten observar de forma global la morfología de las neuronas es la tinción. Esta técnica permite también observar la anatomía cerebral, esto es, tipos celulares, tamaño de las áreas, etc. Un tipo de tinción destacado es aquella que permite  el estudio las aferencias y eferencias de las áreas cerebrales y se conoce como trazadores de conexiones (Redolar et al, 2014).

Antes de continuar con la explicación de esta técnica, es conveniente aclarar la diferencia entre aferencia y eferencia. Cuando se habla de aferencia, se hace referencia a aquella información que va desde el sistema nervioso periférico al sistema nervioso central. Por ejemplo, la información visual desde el ojo hasta el cerebro. Por otro lado, las eferencias siguen la dirección opuesta, información que va desde el sistema nervioso central hasta la periferia. Por ejemplo, un impulso nervioso central hasta el músculo.

Cuando el objetivo es estudiar las aferencias de un área, el procedimiento consiste en inyectar una sustancia que será recaptada por los botones terminales que llegan al área de estudio y que será transportada retrógradamente hasta el soma de esas neuronas. Una vez realizado este procedimiento, se extrae el cerebro, se prepara el tejido y se examina al microscopio. De este modo, se sabe el recorrido de la sustancia.

Por otro lado, si lo que se quieren estudiar son las eferencias de un área concreta, se inyecta una sustancia en la región a estudiar con el objetivo de que sea captada por las dendritas de la zona y transportada anterógradamente hacia los axones. Y del mismo como que con las aferencias, una vez realizado el procedimiento, se extrae el cerebro y se observa el recorrido de la sustancia.

3. Autorradiografía

Otra de las técnicas post mortem es la autorradiografía. Consiste en marcar radioactivamente una sustancia llamada ligando que se unirá a algún elemento del sistema nervioso. El tejido cerebral se expone al ligando durante un tiempo concreto sobre una placa fotográfica protegida de la luz, de forma que la radioactividad se imprime en la placa fotográfica que se revela como una fotografía. La imagen obtenida es parecida a una radiografía del tejido cerebral en el que las zonas más oscuras revelan en qué lugar se ubica el ligando.

El objetivo principal de esta técnica es, por un lado, conocer la localización de los receptores de los neurotransmisores y, por otro, saber la medida de actividad metabólica. En el caso de los receptores, lo que queda marcado a nivel radioactivo son agonistas y antagonistas del receptor. Cuando se mide la actividad metabólica se inyecta al sujeto una sustancia marcada radioactivamente que es captada por las neuronas. De este modo, las zonas en las que se ha acumulado la sustancia radioactiva reflejando así las áreas más activas aparecerán oscuras en la autorradiografía (Redolar et al, 2014).

Técnicas post mortem

Las técnicas post mortem, como se ha visto, pueden aportar una gran información sobre el sistema nervioso. En este artículo se han repasado las principales, pero existen algunas más. A día de hoy, y este puede sorprender al lector, la única forma de saber con seguridad un diagnóstico de enfermedad Alzheimer es a través de técnicas post mortem. En vida, su diagnóstico se basa en la observación clínica y en pruebas de imágenes cerebrales, sin embargo, hasta que no se observa el cerebro una vez fallecido el paciente, no se puede confirmar con seguridad este tipo de enfermedad.

Por todo ello, y a pesar de que el concepto post mortem puede infundir respeto e incluso, cierta aversión a algunas personas, este tipo de técnicas de momento son fundamentales para conocer más en profundidad nuestra naturaleza.

Bibliografía

Redolar, D., Moreno, A., Soriano, C., Torras, M. y Vale, A. (2014). Fundamentos de psicobiología. Barcelona: UOC.

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Licenciado en Psicología por la Universidad de Granada. Psicólogo Sanitario. Máster en Inteligencias Múltiples por la Universidad de Valencia. Instructor en Meditación Budista por el Centro Internacional de Estudios Budistas.