En el artículo de hoy, vamos a dar algunas claves para uno de los objetivos más básicos de cualquier mujer (y de cualquier hombre): Ganar en atractivo al otro sexo. Así que, sin más, te dejo con unos consejos acerca de cómo ser una mujer más atractiva.
Una nota previa
Lo primero que hay que decir al hablar de cómo ser una mujer más atractiva es que, pese a que nuestra concepción social de las relaciones hombre-mujer es totalmente diferente a la que teníamos hace miles de años, lo cierto es que nuestros cerebros han variado poco.
Y nuestros cerebros son, al fin y al cabo, cerebros de animales. En lo más profundo de nosotros, nos siguen atrayendo y repeliendo los mismos elementos que atraen y repelen a los chimpancés (con contadas diferencias).
Es por ello que puede que este artículo, como mujer, te resulte un poco ofensivo, porque se hace referencia a aspectos que podrían resultar “machistas”. No es la intención a la hora de escribirlo, ni mucho menos.
Tenemos unas pulsiones biológicas que nos condicionan, pero eso no significa que éstas nos determinen. Por ello, mi recomendación es tener en cuenta los aspectos que voy a mencionar y utilizarlos a tu favor, pero siempre recordando tu dignidad como mujer, y siendo tú quién pone el límite al uso que hace de dichas estrategias.
¿Qué busca un hombre en una mujer?
Para saber cómo ser atractiva para un hombre, lo primero que hay que saber es qué atrae a un hombre. Como decía anteriormente, no somos más que animales, así que las características que atraen a un hombre son, hasta cierto punto, simples:
Atractivo físico
En primer lugar, el atractivo físico es un factor importante. Hay que mencionar que el atractivo físico se compone de una parte biológica y una cultural, por lo que es conveniente ajustarse a ambas.
En cuanto al atractivo físico biológico, unos pechos grandes y unas caderas anchas han sido siempre un factor de atracción (implican buenas reservas grasas y un canal ancho que garantiza un parto exitoso).
También son importantes los rasgos faciales simétricos, puesto que esto indica salud. El pelo y las uñas sanas también indican un estado de salud óptimo, por lo que también conviene tenerlos cuidados.
Y, por supuesto, un físico cuidado en general. Aquí hay que señalar que, aunque actualmente pensemos siempre en cuerpos espléndidos de pura fibra, lo cierto es que algo de grasa (no mucha) resulta atractiva desde un punto de vista biológico.
En cuanto a los factores culturales, entran el maquillaje, los peinados, el tipo de ropa, etc. Básicamente, las modas y los gustos particulares del hombre al que quieras atraer (dichos gustos particulares, por lo general, están influenciados por la cultura en la que vive).
Cierta indefensión
Durante decenas de miles de años de evolución, el hombre ha protegido a la mujer de todo tipo de amenazas. Esta es una realidad que, nos guste o no, es insalvable. Y, evolutivamente, fueron seleccionados aquellos genes que conducían a este tipo de relación.
Esto no fue un capricho: La supervivencia de las crías (nuestros bebés) estaba en juego. A día de hoy, no necesitamos ser indefensas ni sumisas para que nuestros bebés sobrevivan, pero seguimos teniendo esa programación en nuestro interior.
A la hora de resultar atractiva a otro hombre, una buena forma de lograrlo es mostrar cierta indefensión. Esto, de hecho, se hace de forma bastante natural, exagerando ciertos miedos cuando estás con esa persona que te gusta.
Simplemente, siendo consciente de ello, aprovéchalo y juega con ello para que te resulte favorable a la hora de seducir a esa otra persona.
Inteligencia
Un tercer punto importante es la inteligencia. Podría parecer que no tiene lugar aquí, pero lo tiene, y mucho. Durante mucho tiempo (y hay que decirlo) los hombres se han apropiado de las ideas de las mujeres.
Éstas no podían exponerlas libremente porque eran ciudadanas de segunda, y la única forma de contribuir a la sociedad era mediante seudónimo (cuando era posible) o a través de sus maridos.
Además, los hombres, evolutivamente, siempre tuvieron que desarrollar su parte más simple: Agresividad y determinación. Las mujeres, en cambio, tuvieron que desarrollar las habilidades sociales y la inteligencia.
Por los dos puntos anteriores, existe un interés de los hombres por las mujeres que, además de atractivas, son inteligentes (al contrario de lo que se suele pensar). Así que, igual que se dedica media hora a hacer ejercicio, hay que dedicarla a leer.
Como puedes ver, para ser una mujer más atractiva solamente hay que centrarse en dos aspectos clave: Cumplir con lo que biológicamente se espera de una mujer, y cumplir con lo que se espera culturalmente. No suena del todo bien, pero es lo más eficaz con diferencia.