¿Qué es la apraxia?

Verificado Redactado por Elena Martinez. Este artículo ha sido revisado, actualizado y verificado por nuestro equipo de psicólogos por última vez el 18 mayo 2023.
La apraxia es un desorden neurológico que impide realizar movimientos básicos de forma voluntaria, aunque la persona sea físicamente capaz de hacerlo.

La apraxia es un desorden neurológico que se caracteriza por la imposibilidad de realizar movimientos básicos de forma voluntaria, como vestirse o comer, a pesar de que la persona es físicamente capaz de realizarlos e incluso muestra voluntad de hacerlo.

Las personas que sufren de apraxia no pueden realizar movimientos comunes cuando se les solicita, aunque físicamente si tienen capacidad para realizarlos y, de hecho, pueden realizar los movimientos de manera espontánea, sin proponérselo.

¿Por qué ocurre la apraxia?

La apraxia sucede como consecuencia de un daño cerebral en los lóbulos frontales y/o parietales del hemisferio dominante, aunque a veces también en el no dominante, como es el caso de la apraxia constructiva. Esto puede ser una consecuencia de lesiones traumáticas o bien accidentes cardiovasculares, tumores u otras afecciones como demencia o enfermedades neurodegenerativas. La apraxia también puede presentarse desde el nacimiento.

v

Tipos de apraxia

Dependiendo de la localización de la lesión y de la perdida de funcionalidad asociada, existen diferentes tipos de apraxia:

  • Apraxia ideacional: En este tipo de apraxia, las personas afectadas no son capaces de realizar una tarea que requiere de ciertos pasos secuenciados verbalmente. Por ello, no son hábiles para llevar a cabo programas motores que necesitan ciertos pasos a seguir. Tampoco pueden llevar a cabo la tarea cuando se les proporcionan instrumentos adecuados para ella, por ejemplo, si a la persona se le proporciona un cepillo de dientes para que proceda a cepillárselos, esta puede considerar que el instrumento es un lápiz y tratar de escribir con él. Las lesiones cerebrales que causan este tipo de apraxia suelen localizarse en áreas del hemisferio dominante cercanas a aquellas cuya lesión producen afasia.
  • Apraxia ideomotora: Las personas que sufren de apraxia ideomotora muestran déficits a la hora de realizar acciones motoras planeadas cuando estas se verbalizan previamente. Es decir, aunque pueden describir verbalmente cómo se realiza una acción, por ejemplo “al cepillarnos los dientes, primero tomaremos el cepillo de dientes, luego le añadiremos la pasta dentífrica…” hasta completar la descripción de la tarea, no son capaces de realizarla o incluso imaginar el movimiento. Sin embargo, cuando la tarea es automática logran sus objetivos motores, es decir, si piensan en tomar el cepillo de dientes, no son posteriormente capaces de hacerlo, pero si lo harán de forma involuntaria. Esta afección se debe normalmente a lesiones por disminución del flujo sanguíneo en zonas como el área parietal del hemisferio dominante.
  • Apraxia constructiva: En este tipo de apraxia, las personas afectadas no son capaces de construir o dibujar figuras simples, tales como formas interpuestas. Las lesiones que causan este tipo de apraxia suelen localizarse en el lóbulo parietal inferior del hemisferio no dominante. Normalmente el derecho.
  • Apraxia orofacial: Es un tipo de apraxia en la que el paciente no consigue hacer movimientos faciales de forma voluntaria o demandada. Aunque el paciente pueda mover, por ejemplo, los labios de forma espontánea, así como silbar o mover las mejillas, cuando se les pide hacerlo no son capaces de realizar movimientos como estos.
  • Apraxia del habla: Es el tipo de apraxia en el cual las personas no son hábiles para hablar correctamente, pudiendo cometer errores en la pronunciación, entonación y ritmo del habla, entre otros síntomas, a pesar de que la persona sabe lo que quiere decir y tiene capacidad física para ello.
  • Apraxia oculomotora: Es la incapacidad para hacer movimientos oculares programados, sobre todo cuando hablamos de movimientos sacádicos dirigidos a objetivos.
  • Apraxia cinética en extremidades: Se da esta clase de apraxia cuando existe dificultad para realizar los movimientos voluntarios en un miembro específico del cuerpo.

¿Cuáles son los tratamientos para la apraxia?

La apraxia deberá ser tratada dependiendo del tipo de apraxia del que se trate y el tipo de año cerebral sufrido. Para realizar el diagnóstico, deberán evaluarse muchos aspectos para asegurarnos de que los síntomas no son debidos a otras causas como problemas de comprensión o musculares, así como pruebas de resonancia magnética.

A veces las personas que sufren apraxia adquirida pueden recuperarse de forma espontánea sin necesitar de tratamiento, pero normalmente las personas con apraxia se tratan con terapias enfocadas a su tipo de problema como la logopedia para la apraxia del habla o terapia ocupacional, fisioterapia o rehabilitación cognitiva.

El apoyo y la comprensión son esenciales para el progreso del paciente, así como la constancia y la elección del tratamiento adecuado. Si usted o algún conocido nota que posee algunos de los síntomas anteriormente descritos, no dude en consultar a un profesional de la salud.

Referencias bibliográficas

  • León-Carrión, J., & García-Orza, J. (2005). Apraxia: Concepto, tipos y clasificación. Revista de neurología, 40(10), 609-616.
  • Sánchez-Cubillo, I., & Arango-Lasprilla, J. C. (2010). Apraxia: caracterización neuropsicológica y evaluación. Revista de Neurología, 50(6), 363-372.
  • De Renzi, E. (1989). Apraxias y síndromes afines. Editorial Médica Panamericana.
  • García, A. M., & Serra-Mestres, J. (2015). Apraxia ideomotora y apraxia constructiva. Revista de neurología, 60(9), 409-416.
  • Barrera-Mora, J. M., Trujillo, N., & Rodríguez-Santos, F. (2017). Apraxia del habla: actualización conceptual. Acta Neurológica Colombiana, 33(4), 337-343.
  • Martínez-Campos, C., Cuetos-Vega, F., & Arango-Lasprilla, J. C. (2014). Caracterización clínica de la apraxia constructiva en pacientes con enfermedad cerebrovascular. Revista de Neurología, 59(2), 57-63.
Foto del avatar

Graduada en Psicología por la Universidad de Sevilla. Experiencia investigadora y redactora de artículos relacionados con psicología y neurociencia.

Deja un comentario