Niños orquídea y niños diente de león

Verificado Redactado por Isbelia Farias. Este artículo ha sido revisado, actualizado y verificado por nuestro equipo de psicólogos por última vez el 18 mayo 2023.
Descubre cómo los niños orquídea y diente de león afrontan el estrés de manera diferente.

La designación de niños orquídea y niños diente de león hace referencia a diferentes formas en la que los pequeños afrontan el estrés. Se trata de una metáfora con la cual se pretende explicar cómo actúan unos niños ante las adversidades y cómo lo hacen otros, siguiendo una similitud con la orquídea y la flor diente de león. También se ha hecho mención sobre los niños tulipán.

Los niños orquídea son aquellos más sensibles, que viven bajo estrés, pero con apoyo pueden tener buen rendimiento escolar, pese a que son proclives a tener problemas de aprendizaje y de conducta. Los niños diente de león tienen más resistencia ante eventos traumáticos.

Los niños orquídea y los niños diente de león

El doctor Thomas Boyce, profesor de pediatría y psiquiatría de la Universidad de California, San Francisco, observó a niños que parecían ser imperturbables ante lo que ocurría en su entorno, así como también se percató de otro grupo que sentía extrema sensibilidad. Fue así como comenzó a comparar a estos niños con dos tipos de flores diferentes: las orquídeas y el diente de león.

Boyce también había estudiado junto a otros colegas aspectos sobre la respuesta humana al estrés, sobre todo en los niños. Muchos de ellos se comportaban como la flor diente de león, eran resistentes y podían lidiar con las dificultades en la vida.

No obstante, otros niños, los orquídeas, mostraban ser más sensibles y reactivos, por lo que les resultaba más difícil manejar situaciones de mucho estrés. Esto llevó a Boyce a afirmar que el niño orquídea era aquel que mostraba una gran sensibilidad ante los entornos, tanto buenos como malos. Sin embargo, con apoyo adecuado, también éstos podían prosperar, haciendo énfasis en la importancia de una rutina.

“Los niños orquídea parecen prosperar teniendo cosas como cenar todas las noches en el mismo lugar a la misma hora con las mismas personas, teniendo ciertos tipos de rituales que la familia realiza semana a semana, mes a mes… Este tipo de rutina y uniformidad de la vida, día a día, semana a semana, parecer ser algo útil para los niños con estas grandes susceptibilidades”, afirmó Boyce.

Las observaciones de Boyce le llevaron a escribir un libro que ganó bastante notoriedad: La orquídea y el diente de león: por qué algunos niños luchan y cómo pueden prosperar.

Las conclusiones de Boyce no son solo afirmaciones subjetivas, ya que para hacer tales aseveraciones él y sus colegas realizaron pruebas de laboratorio. Boyce deseaba comprender las diferencias individuales entre los niños para examinar cómo respondían biológicamente a factores estresantes, así que diseñaron un entorno en el laboratorio.

Niña Triste

Los niños fueron sentados frente a un asistente de investigación que no conocían y se les pidió ejecutar varias tareas, al tiempo que medían la respuesta al estrés. Así, descubrieron que algunos niños tenían una reactividad alta, tanto el sistema de cortisol como en el de lucha o huida, mientras que otros pequeños casi no respondían a los desafíos que les habían presentado.

Para Boyce, los patrones de respuesta para las enfermedades físicas (como neumonía, asma u otras) eran los mismos que para la depresión y la ansiedad, lo cual les hizo afirmar que los mismos patrones de susceptibilidad que se encuentran en el niño orquídea o el niño diente de león funcionan para las dolencias físicas al igual que para los problemas emocionales o psicosociales, en los que subyacen los mismos procesos biológicos.

Una compañera de Boyce, Jelena Obradovic, también participó en un estudio sobre la sensibilidad biológica al contexto, y concluyó que la alta reactividad puede tanto obstaculizar como promover el funcionamiento adaptativo. Todo depende del tipo de apoyo que reciba el niño.

Los niños orquídeas son sensibles, se mantienen alerta y pueden sentir frustración y ansiedad. Sin embargo, esta vulnerabilidad puede convertirse en creatividad y vitalidad si están en un entorno en el que reciban apoyo. y los niños diente de león son menos proclives a que les afecten las dificultades, gracias a la resistencia que tienen y a su capacidad de adaptación.

Fuentes de estrés que afectan a los niños

Las diversas fuentes de estrés a las que pueden estar sometidos los niños son las siguientes:

  • Problemas financieros: carencia o falta de dinero que limita.
  • Sobrecarga por parte de los padres: especialmente cuando desbordan a sus hijos con muchas obligaciones.
  • Problemas conyugales: cuando los padres discuten con frecuencia, se critican o son hostiles en frente de sus hijos.
  • Ira: desprecio entre los miembros de la familia. También cuenta lo contrario: llanto y tristeza.
  • Depresión materna.
  • Paternidad rígida

Todos estos detonantes fueron analizados por Boyce y sus colegas al momento de estudiar las características de los niños orquídea y los niños diente de león.

Por último, hay quienes hablan de los niños tulipanes, los cuales se encuentran entre los orquídeas y los diente de león. No son tan frágiles como los orquídea, pero tienen más sensibilidad que los diente de león.

Esto puede hacer que los padres los perciban como impredecibles. Los tulipanes no reaccionan tan alto al estrés como lo harían los orquídea. Esto permite sostener que los niños necesitan de una rutina predecible en casa, como la descrita por Boyce, para tener un buen desarrollo, además de contar con apoyo. Lo ideal, entonces, es mantener un equilibrio y evitando sobreprotegerlos.

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Bibliografía

  • Boyce, W. T. (2019). The orchid and the dandelion: Why sensitive people struggle and how all can thrive. Pan MacMillan.
  • Ellis, B. J., Boyce, W. T., Belsky, J., Bakermans-Kranenburg, M. J., & Van IJzendoorn, M. H. (2011). Differential susceptibility to the environment: An evolutionary–neurodevelopmental theory. Development and psychopathology23(1), 7-28.
  • Obradović, J., Bush, N. R., Stamperdahl, J., Adler, N. E., & Boyce, W. T. (2010). Biological sensitivity to context: the interactive effects of stress reactivity and family adversity on socioemotional behavior and school readiness. Child development, 81(1), 270–289. https://doi.org/10.1111/j.1467-8624.2009.01394.x
Isbelia Farias

Licenciada y Máster en filosofía (Universidad del Zulia), maestrante en Orientación en Sexología (CIPPSV) su área está enfocada hacia el bienestar y la sexualidad en la pareja. Posee certificación en coaching (Universidad Autónoma de Barcelona), Fundamentos de la escritura (Tecnológico de Monterrey), Sexualidad, mucho más que sexo (Universidad de los Andes), Psicología Positiva (Universidad Metropolitana de Caracas), diplomada en Logoterapia y Análisis Existencial, Orientación de la Conducta y Psicología Forense.

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