Los dos lóbulos occipitales son los más pequeños de cuatro lóbulos emparejados en la corteza cerebral humana. Situados en la parte más posterior del cráneo, los lóbulos occipitales son parte del cerebro anterior.
Los lóbulos occipitales se apoyan en la tienda del cerebelo, la duramadre separa el cerebro del cerebelo. Ambos lóbulos estructuralmente se aíslan en sus respectivos hemisferios cerebrales por la separación de la fisura cerebral. En el borde frontal hay varias circunvoluciones laterales occipitales, que están separadas por el surco occipital lateral.
Funciones del lóbulo occipital
Una de las partes más importantes de este lóbulo es la corteza visual primaria, una región del cerebro que recibe la entrada de las imágenes desde la retina del ojo. Aquí es donde la mente interpreta el color y otros aspectos importantes de la visión.
El lóbulo occipital contiene diferentes áreas relacionadas con la comunicación visual. En una de las áreas es donde se reciben las imágenes visuales del lenguaje (la zona de recepción visual) y en la otra es donde se interpreta (área de asociación visual). Es de importancia crítica para la lectura y la comprensión lectora. Por ejemplo, se pueden ver las palabras de otro idioma, pero si no se entiende el lenguaje, sólo se va a utilizar el área de recepción visual.
Inicialmente los investigadores pensaban que el lóbulo occipital controlaba únicamente las funciones visuales. Pero en los últimos años se ha descubierto que algunas partes de este lóbulo reciben aportaciones de otras regiones del cerebro. En concreto, una región del cerebro llamada la corriente dorsomedial recibe la entrada tanto de las regiones del cerebro relacionadas con la visión, como de otras áreas que no estén relacionados con el procesamiento visual. Esto sugiere que el lóbulo occipital puede realizar funciones adicionales, o que los investigadores no han identificado todas las regiones del cerebro asociadas con el procesamiento visual.
Aunque se sabe que el lóbulo occipital está dedicado a la visión, este proceso es muy complejo, e incluye un número de funciones separadas. Entre ellos se incluyen:
- El mapeado visual general, lo que ayuda tanto al razonamiento espacial y la memoria visual. La mayoría de los procesos visuales implican algún tipo de memoria, ya que la exploración del campo visual requiere que recordar que lo que se vio hace un segundo.
- La determinación de las propiedades de los colores de los objetos en el campo visual.
- La evaluación de la distancia, el tamaño y la profundidad.
- La identificación de los estímulos visuales, en particular los rostros y objetos familiares.
- La transmisión de la información visual a otras regiones del cerebro, de manera que los lóbulos cerebrales puedan codificar los recuerdos, asignar un significado, respuestas lingüísticas y de este modo responder continuamente a la información del mundo que nos rodea.
- Recibir datos visuales primarios procedentes de los sensores de percepción en la retina de los ojos.
Lesiones del lóbulo occipital
Los lóbulos occipitales son el centro de nuestro sistema de percepción visual. Estos lóbulos no son particularmente vulnerables a las lesiones debido a su ubicación en la parte posterior del cerebro, aunque cualquier trauma significativo del cerebro podría producir cambios sutiles en nuestro sistema perceptivo-visual, tales como defectos del campo visual y escotomas (una zona de ceguera parcial, temporal o permanente en el ojo).
El lóbulo occipital también está implicado en el procesamiento visuoespacial y la discriminación de movimiento. El daño a un lado del lóbulo occipital derecho causa la pérdida de la visión exactamente en el mismo «campo de corte» en ambos ojos.
Los trastornos del lóbulo occipital pueden causar alucinaciones visuales e ilusiones. Las alucinaciones visuales (imágenes visuales sin estímulos externos) pueden ser causadas por lesiones en la región occipital o convulsiones del lóbulo temporal. Las ilusiones visuales (percepción distorsionada) pueden tomar la forma de los objetos que aparecen más grandes o más pequeños de lo que realmente son, objetos que carecen de color o que tienen una coloración anormal.
Finalmente, las lesiones en el área de asociación parietal-temporal-occipital pueden causar ceguera palabra con problemas de escritura.
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