Metáfora del pez en psicología

Verificado Redactado por Isbelia Farias. Este artículo ha sido revisado, actualizado y verificado por nuestro equipo de psicólogos por última vez el 29 abril 2021.

La metáfora del pez en psicología nos ayuda a vivir con plenitud, sin quedar atascados en ganchos.

Una metáfora es una figura literaria que nos permite hablar en un lenguaje figurado sobre algo que no se nombra de forma específica.

Por ejemplo, “lo tienen bajo la lupa”, es una metáfora con la cual se hace referencia a que alguien está siendo observado.

Así, nuestro lenguaje está lleno de metáforas y la metáfora del pez es muy utilizada en psicología para ayudarnos a sobrellevar nuestras emociones y pensamientos.

La metáfora del pez en psicología

La metáfora del pez en psicología nos invita a usar nuestra imaginación y vernos como un pez que nada en el mar abierto.

Pero, vale resaltar que, en psicoterapia, tal como enfatiza la autora Ada Castillo, en su análisis sobre La metáfora como modelo de utilización de la palabra en Psicoterapia, las metáforas son herramientas que nos permiten lograr cambios en nuestra vida.

Ahora bien, volviendo a la metáfora del pez en psicología podemos imaginar que nos encontramos nadando a gusto por diferentes partes y contemplando toda la hermosura que entraña lo profundo del mar.

Sin embargo, no todo es tan plácido, pues, también hay peligros que acechan, tal como los ganchos que arrojan los pescadores y que nos pueden hacer cautivos y sacarnos de nuestro estado de bienestar.

Si llegamos a caer en uno de los estos ganchos, o tan solo rozar uno de ellos, podemos lastimarnos severamente.

Los ganchos que los pescadores arrojan también nos pueden arrastrar hacia otros sitios que no tienen nada que ver con los lugares hermosos y arrecifes que solemos visitar en nuestro mar profundo.

En la metáfora del pez en psicología, cada uno de estos ganchos representan los pensamientos que nos aturden, nos preocupan y nos hacen caer en un estado emocional triste.

A su vez, estos pensamientos, o ganchos, también nos pueden arrastrar a profundidades u otros lugares que están lejos de nuestro bienestar y felicidad.

Por ello, ¿qué podemos hacer con los ganchos? Muchas veces no podremos esquivarlos, pero, los podemos ver y aceptarlos, así como también podemos elegir retornar a los lugares seguros de nuestra mente.

No obstante, ¿cuáles son estos lugares seguros en las profundidades de nuestra mente? Pues es aquel donde se encuentran todos los pensamientos positivos y el bienestar que sentimos que nos sentimos a gusto.

Esta metáfora del pez en psicología también nos puede ayudar a acercarnos a las terapias de tercera generación, en las cuales, no se busca cambiar la realidad en sí, sino encontrar la forma de ir cada vez más cerca de los objetivos que verdaderamente nos interesan.

El aquí y el ahora

La metáfora del pez en psicología nos invita a vivir en el aquí y el ahora, por ello, el mindfulness se convierte en una herramienta importante, puesto que consiste en la Presencia Mental, la Atención Plena o la Plena Conciencia.

Desde el mindfulness se busca vivir en el presente, porque esto es lo que nos hace recordar dónde estamos y hacia dónde vamos, en la medida que vamos haciendo el camino.

El mindfulness nos ayuda a vivir la realidad desde una experiencia en la que observamos y reconocemos el presente, sin la ansiedad que genera la incertidumbre ante el futuro.

Esta herramienta es muy útil porque hay quienes dirigen todos sus pensamientos hacia los sucesos del pasado, o bien hacia el futuro, pero evaden el presente, entonces, tal como ocurre con la metáfora del pez en psicología, son arrastrados por los ganchos.

Con el mindfulness se reconoce lo que ocurre, se acepta y se asume una posición desde la cual se permite que la experiencia fluya tal y como está ocurriendo, sin presionar ni intentar cambiar las cosas.

Es común que muchos asocien el mindfulness con el budismo u otras prácticas orientales, sin embargo, cada día son más las personas que lo practican en Occidente, pues, de lo que se trata es de poner en acción una capacidad que todos tenemos: la de estar en el aquí y el ahora.

Observar los hechos, sin juzgarlos, es una de las intenciones del mindfulness como herramienta terapéutica. Es así como establecemos relaciones con los eventos que nos pasan y evitamos que estos nos causen sufrimiento.

De forma consciente, todos podemos trabajar con eso que nos causa dolor, que representa un desafío o que nos pone en estrés.

Esto se da de manera opuesta al estilo de vida en el que pretendemos evitar lo que sucede, pero, somos arrastrados, al final, por las preocupaciones y las angustias.

En este sentido, la atención plena, o el mindfulness, nos ayuda a que recuperemos nuestro equilibrio interno, colocando en armonía nuestro cuerpo y nuestra mente.

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Bibliografía

  • Best, J. B., & Dávila Martínez, J. F. J. (2002). Psicología cognoscitiva.
  • Castillo, A. La metáfora como modelo de utilización de la palabra en Psicoterapia. Revista cultura.
  • Queraltó, J. M. (2006). Las metáforas en la psicología cognitivo-conductual. Papeles del psicólogo, 27(2), 116-122.
  • Soriano Salinas, C. (2012). La metáfora conceptual. Lingüística cognitiva.
Isbelia Farias

Licenciada y Máster en filosofía (Universidad del Zulia), maestrante en Orientación en Sexología (CIPPSV) su área está enfocada hacia el bienestar y la sexualidad en la pareja. Posee certificación en coaching (Universidad Autónoma de Barcelona), Fundamentos de la escritura (Tecnológico de Monterrey), Sexualidad, mucho más que sexo (Universidad de los Andes), Psicología Positiva (Universidad Metropolitana de Caracas), diplomada en Logoterapia y Análisis Existencial, Orientación de la Conducta y Psicología Forense.

1 comentario en «Metáfora del pez en psicología»

  1. Mirar los hechos sin evaluarlos puede ayudarnos a no sufrir, pero estamos escapando y o aún negando la realidad. Lo sano es comprenderla aceptarla y si es una opción modificarla.
    En las técnicas meditativa el observar los pensamientos y dejarlos pasar nos permite una conexión con el Ser interior…. El Vipasana es el origen del M.F

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