Factores de riesgo para el maltrato infantil

Verificado Redactado por Stefano Gissi. Este artículo ha sido revisado, actualizado y verificado por nuestro equipo de psicólogos por última vez el 17 diciembre 2021.

Algunos factores de riesgo de los padres que hacen más probable que maltraten a sus hijos son: pobreza, desempleo, padres adolescentes, insatisfacción con el matrimonio, familia con escasas redes de apoyo, enfermedad mental en los padres, consumo problemático de sustancias, y/o historia de maltrato en la infancia de los padres.

La transmisión transgeneracional del maltrato

Varios especialistas sostienen que el maltrato infantil se caracteriza por su transmisión transgeneracional. Según esto, padres que han sido víctimas de algún tipo de maltrato, es más probable que también maltraten a sus hijos.

El tipo de maltrato no necesariamente será el mismo. Por ejemplo, los niños varones que sufrieron negligencia materna, falta de supervisión, abuso sexual por una mujer o fueron testigos de frecuente y severa violencia intrafamiliar, tienen más probabilidades de ser adultos abusadores sexuales (Cichetti y Valentino, 2006). Sin embargo, la mayoría de personas abusadas sexualmente en la niñez no se vuelven abusadores sexuales, pues la mayoría de víctimas de abuso sexual son niñas mujeres y la mayoría de agresores sexuales de niños/as son hombres (Bannister, 2012). Lammoglia (2005) sostiene que en la mayoría de los casos las madres maltratadoras sufrieron abuso sexual en sus infancias.

De acuerdo a Cichetti y Valentino (2006), las personas maltratadas en su infancia que en un proceso de psicoterapia pueden reflexionar sobre lo que les pasó con ira adecuada y logran atribuir la responsabilidad del abuso al perpetrador en lugar de a sí mismas, es menos probable que maltraten a sus propios hijos e hijas.

Este hallazgo es consistente con la teoría de Alice Miller (1998), quien sostiene que el maltrato se transmite entre generaciones debido a que los niños maltratados reprimen la ira que debería estar dirigida a los padres (que son idealizados debido a mandatos culturales) y por tanto la redirigen contra sus propios hijos.

Enfermedades psiquiátricas

McCoy y Keen (2014) señalan que las madres con enfermedad psiquiátrica tienen el doble de probabilidad de maltratar a sus hijos que aquellas sin enfermedades mentales. Sin embargo, la mayoría de personas que maltratan a sus hijos no cumplen los criterios para alguna enfermedad mental.

La enfermedad materna cuya relación con el maltrato está mejor establecida es la depresión. Las madres con depresión interactúan menos con sus hijos y además tienen más probabilidades de ser hostiles hacia ellos, en especial hacia los niños pequeños.

Abandono Infantil

El abuso de sustancias de los padres

El abuso de sustancias por los padres se relaciona más fuertemente con la negligencia que con otras formas de maltrato. Sin embargo, es junto a la pobreza uno de los principales factores de riesgo para el maltrato infantil, y de hecho los padres que tienen una historia de abuso de sustancias, aunque no estén abusando actualmente de ellas, tienen un mayor riesgo de maltratar a sus hijos. En los casos de abuso de sustancias actual, las drogas y el alcohol pueden desinhibir la conducta impulsiva violenta.

La escasez de redes de apoyo

Otro factor de riesgo es el aislamiento social de los padres, es decir, la escasez de redes y la ausencia de apoyo emocional por parte de familiares o amigos. Los padres maltratadores suelen no tener interés o confianza en las redes y servicios de salud del estado y no acudir a ellas, y/o tener pocas redes formales o informales de apoyo, y esto hace que sea más difícil para ellos el afrontamiento de situaciones de estrés.

El estrés parental se relaciona fuertemente con la violencia hacia los hijos. Por otro lado, en algunos casos los padres varones maltratadores físicos o abusadores sexuales de su esposa e hijos los aíslan de manera deliberada, prohibiéndoles salir de casa o tener amigos.

Las expectativas y atribuciones de los padres

Otra de las causas del maltrato es que los padres creen que el niño “lo hace a propósito”. Estos padres tienen expectativas de regulación emocional y conductual que son poco realistas para la edad de sus hijos: esperan que se comporten y regulen su conducta como si fueran niños mayores y cuando no lo hacen las atribuciones de los padres son negativas (“lo hace para sacarme de quicio”).

Maltrato Infantil

La pobreza

El factor contextual que predice la negligencia con mayor claridad es la pobreza. La pobreza está fuertemente relacionada con todas las formas de maltrato infantil y los niños de familias de nivel socioeconómico bajo tienen 5 veces más riesgo de ser maltratados que los del resto de estratos socioeconómicos. Estas diferencias son más pronunciadas en el caso del maltrato por negligencia o falta de cuidados (niños de familias pobres tienen 7 veces más probabilidades de padecerla) que en el del abuso físico y el sexual (niños de familias pobres tienen 3 veces más probabilidades de padecerlos).

Sin embargo, la negligencia física, es decir, la no satisfacción de las necesidades físicas (alimentación, abrigo, techo, etc.) de los niños, está íntimamente relacionada con la pobreza, lo que hace difícil la distinción conceptual entre negligencia y desventaja económica.

Niños que están en mayor riesgo

Nunca se puede culpar a las víctimas por el maltrato. Sin embargo, hay cualidades de los niños que se relacionan con ciertos tipos de victimización. Las niñas sufren abuso sexual más que los niños, y los niños pequeños es más probable que sean víctimas de maltrato que los mayores.

El 75% de los niños que mueren como consecuencia del maltrato son menores de 4 años de edad. Además, el 80% del maltrato infantil ocurre a niños de entre 0 y 4 años. Los niños menores de 1 año tienen la mayor tasa de ser víctima de maltrato y de mortalidad por maltrato.

Los niños prematuros o con bajo peso al nacer, con enfermedades psiquiátricas, retraso mental o discapacidad están en mayor riesgo de sufrir maltrato. También lo están los niños con problemas de regulación emocional, a los que sus padres consideran “niños difíciles”.

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Referencias

  • Bannister, A. (2012). Terapias creativas con niños traumatizados. Lumen.
  • Cichetti, D. y Valentino, K. (2006). An ecological-transactional perspective on child maltreatment. Failure of the average expectable environment and its influence on child development. En D. Cicchetti y D. Cohen (Eds.), Developmental psychopathology. Volume 3: Risk, disorder, and adaptation (pp. 129-201). John Wiley & Sons. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/9780470939406.ch4
  • Lammoglia, E. (2005). La violencia está en casa. Grijalbo.
  • Lecannelier, F. (2018). Apego y trauma complejo. En S. Gojman-de-Millán, C. Herreman y L. Alan Sroufe (Eds.), La teoría del apego. Investigación e intervención en distintos contextos socioculturales (pp. 244-258). Fondo de Cultura Económica.
  • McCoy, M. y Keen, S. (2014). Child abuse and neglect. Psychology Press. https://www.taylorfrancis.com/books/mono/10.4324/9780203120699/child-abuse-neglect-monica-mccoy-stefanie-keen
  • Miller, A. (1998). Por tu propio bien. Tusquets.
  • Mouesca, J. (2015). Prevención del maltrato infantil: función del pediatra. Archivo Argentino de Pediatría, 113(6), 558-567.
  • Radhakrishna, A., Bou-Saada, I. E., Hunter, W. M., Catellier, D. J. y Kotch, J. B. (2001). Are father surrogates a risk factor for child maltreatment? Child Maltreatment, 6(4), 281-289. https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/1077559501006004001
Foto Stefano

Psicólogo y máster en filosofía de la mente y cognición (Universidad Alberto Hurtado, Chile). Psicoterapeuta de adultos, niños y familias. Su enfoque teórico es integrativo, con interés especial en la psicología cognitiva, psicología narrativa y posracionalismo, psicología humanista, psicología transpersonal y terapia familiar sistémica.

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