El estrés hiperactivo es igual que una batería que no se queda sin carga, lo que nos da energía continua, pero con consecuencias graves.
¿Has sentido que tienes tanta energía que te cuesta tomar un descanso? Como si no pudieras parar un momento, porque incluso en reposo, tu mente no hace lo mismo, por lo que necesitas estar constantemente en movimiento. Pues este puede ser el resultado de padecer estrés hiperactivo, un tipo de estrés que nos lleva a estar todo el día en modo alerta.
Si el estrés hiperactivo funciona como una batería inagotable, ¿no sería esto algo bueno? La respuesta corta es no, en realidad es todo lo contrario, y esto es debido a que nos afecta a nivel anímico, físico y mental. Si quieres saber más sobre cómo el estrés hiperactivo nos afecta y cómo podemos combatirlo, te invitamos a seguir leyendo.
¿Qué es el estrés hiperactivo?
Primero, vamos a definir el estrés. El estrés es una respuesta natural de nuestro organismo ante un desafío o una amenaza, la cual se activa para ayudarnos a enfocarnos y tomar medidas para resolver un problema. Este estado es esporádico, pero en algunas personas, el mismo se puede prolongar por más tiempo del necesario, lo que causa que entremos en un ciclo de hiperactividad que nos desestabiliza.
De manera que, el estrés hiperactivo es una consecuencia de un estrés crónico y se muestra como una energía excesiva que nos incapacita para tomar descansos. Es por esa razón que las personas experimentan la necesidad de hacer miles de cosas durante el día, para poder descargar esa intensidad que llevan dentro.
Esto, por supuesto, trae consecuencias para el bienestar. Por ejemplo: agotamiento mental, tensiones musculares, problemas de salud gastrointestinal, falta de concentración, distracciones constantes, ansiedad y mal humor.
Síntomas más comunes del estrés hiperactivo
¿Cómo podemos diferenciar el estrés regular de un estrés hiperactivo? El estrés es una respuesta de corta duración que desaparece, una vez que hemos resuelto lo que nos inquieta. En cambio, con el estrés hiperactivo, existen varios síntomas que nos repercuten en diferentes aspectos y que podemos ver en estos síntomas.
- Dificultad para mantenerse quietos en un solo sitio
- Necesidad de estar en constante movimiento físico. Cómo caminar de un lado a otro, tener tics en las piernas o mover las manos.
- Falta de concentración para hacer diferentes tareas.
- Tener la necesidad de estar en múltiples tipos de actividades, pero no poder estar a tiempo en todas o comprometerse a los mismos.
- Múltiples ideas que están en nuestra mente, sin lograr concretarlas.
- Toma de decisiones apresuradas, sin evaluar consecuencias a futuro.
- Comportamientos impulsivos.
- Irritabilidad y reacciones exageradas ante cualquier estímulo.
- Problemas para conciliar y mantener el sueño. Produciendo insomnio o pesadillas.
- Malestar digestivo e intestinal, dolores constantes de cabeza y debilidad en el sistema inmune.
Causas del estrés hiperactivo
El estrés hiperactivo puede ser causado por diversos factores que, por lo general, tienen su raíz en nuestro propio organismo. Bien sea por algún trastorno de salud o problemas emocionales que afectan nuestro funcionamiento regular.
- Problemas de adaptación: Cuando existen cambios en nuestra rutina y nos lleva fuera de la zona de confort, el estrés se activa como respuesta ante lo desconocido.
- Falta de organización: El no tener una rutina establecida que nos ayude a distribuir el tiempo de forma saludable, nos causa agotamiento. Ya que nos dejamos consumir por el trabajo y no encontramos tiempo para el descanso.
- Conflictos emocionales: Puede surgir al no poder resolver algún problema interno, que nos causa malestar frecuente.
- Sufrir de estrés crónico: Esta es la causa más común de todas. Este estrés se muestra cuando tenemos la necesidad de controlar todo y no poder hacerlo, lo que nos hace desbordarnos emocionalmente.
- Desequilibrio emocional: Las hormonas son responsables de la producción y regularización de cortisol. Así que, cuando existe un desbalance hormonal, somos más propensos a sufrir de estrés constante.
- Malos hábitos de salud: Como es el caso del sedentarismo, adicciones o exceso de comidas chatarras, también contribuyen al aumento de cortisol.
Consejos para combatir el estrés hiperactivo
El estrés es algo que no podemos eliminar por completo de nuestra vida, ya que es parte de nuestro propio cuerpo; sin embargo, sí podemos tomar acciones para controlarlo. Con la finalidad de que, al momento de que algo nos cause estrés, no nos afecte de más.
1. Establece límites
La única forma de descansar es parar. Por más que nos cueste, es importante aprender a poner límites con todas las cosas que hacemos en el día, porque la realidad es que no podemos con todo y eso está bien. Para ello, debes comenzar a delegar funciones en el trabajo, priorizar actividades de autocuidado, decir no cuando tengas demasiadas obligaciones y aprender a disfrutar del tiempo muerto.
2. Distrae tu mente
Justamente para aprovechar el tiempo muerto, puedes realizar diferentes actividades recreativas que ayuden a distraer el caos de tu cerebro. Por ejemplo, comenzar un hobbie que te apasiona, aprender algo nuevo que no tenga relación a tu trabajo o el tema que te estrese, cocina, baila, juega con tus mascotas, sal con tus amigos, pasea por un parque, etc.
3. Ejercicios de relajación
Una de las mejores maneras en las que evitamos que el estrés nos abrume es haciendo ejercicios de relajación y respiración. Estas son un gran apoyo porque nos enfocan en mantener un ritmo específico al respirar y escuchar las instrucciones para meditar. Lo cual hace que disminuya la ansiedad, la preocupación y nos mantiene en el presente, en donde tenemos el control.
4. Reduce el uso de redes sociales
Las redes sociales también pueden contribuir al estrés. Al caer en constantes comparaciones con personas desconocidas, y así nos presionamos para ser mejores y perfectos, aunque sea para alcanzar objetivos irreales. Lo mismo ocurre cuando nos sobrecargamos de información, sin antes constatar que sean reales o de los cuales no podemos intervenir.
Hay que resaltar que el cerebro no siempre es capaz de diferenciar lo que es real y lo que es fantasía, por lo que si algo nos molesta, nos afectará tanto si sucede de verdad como si creemos que sucede.
5. Mueve tu cuerpo
El ejercicio físico es de gran ayuda no solo para disminuir el estrés, sino que también nos sirve para relajarnos y descargar energía. De igual forma, nos lleva a regular las hormonas, a controlar nuestro peso y a tener un ánimo más regulado.
6. Terapia psicológica
Recibir ayuda en estos casos puede ser de gran ayuda, ya que, la cantidad de estrés que podemos manejar y mantenernos sanos es limitado. Por otro lado, a uno mismo le cuesta ver realmente qué es lo que necesita cambiar para tener un mejor ritmo de vida. Como el estrés puede tener diferentes causas que lo origina, los psicólogos también nos ayudan a saber cuál es la raíz y cuál es el mejor tratamiento que deberíamos seguir en cada caso.
7. Haz una consulta médica
Como mencionamos antes, el desbalance hormonal suele ser un gran factor a la hora de tener altos niveles de estrés a diario y de no poder controlarlos. Ya que, el estrés proviene de los altos niveles de cortisol. Por eso, es necesario acudir con un endocrinólogo, el cual nos recomendará el tratamiento ideal para regular nuestros niveles de cortisol.
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