El sesgo de encuadre es un fenómeno cognitivo que afecta la manera en que las personas interpretan y toman decisiones basadas en la información que se les presenta. Este sesgo ocurre cuando el contexto o la forma en que se presenta una información influye en las decisiones y juicios de las personas, a pesar de que el contenido de la información sea esencialmente el mismo. En este artículo, exploraremos qué es el sesgo de encuadre, cómo funciona y cómo afecta nuestras decisiones en diferentes áreas de la vida.
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Toggle¿Qué es el Sesgo de Encuadre?
El sesgo de encuadre, también conocido como «framing effect» en inglés, es un tipo de sesgo cognitivo donde las personas toman decisiones diferentes según cómo se les presente la misma información. La forma de encuadrar o enmarcar los datos puede resaltar ciertos aspectos y minimizar otros, alterando así la percepción y el juicio.
El sesgo de encuadre fue identificado y estudiado por los psicólogos Amos Tversky y Daniel Kahneman en la década de 1980. En sus investigaciones, demostraron que la forma en que se presenta una situación puede llevar a diferentes decisiones. Uno de sus experimentos más famosos, el problema de la enfermedad asiática, mostró cómo la presentación de opciones de tratamiento influía en la preferencia de las personas, incluso cuando las opciones eran matemáticamente equivalentes.
Ejemplo de la enfermedad asiática de Tversky y Kahneman
Un ejemplo clásico del sesgo de encuadre es el problema de la enfermedad asiática, presentado por Tversky y Kahneman. En este experimento, a los participantes se les dio una elección entre dos programas para combatir una enfermedad que se espera mate a 600 personas:
- Programa A: Salvará a 200 personas.
- Programa B: Tiene un 33% de probabilidades de salvar a 600 personas y un 66% de probabilidades de no salvar a nadie.
En otro grupo, la información se presentó de manera diferente:
- Programa C: 400 personas morirán.
- Programa D: Tiene un 33% de probabilidades de que nadie muera y un 66% de probabilidades de que 600 personas mueran.
Aunque las opciones son esencialmente las mismas, los participantes tendieron a preferir el Programa A sobre el Programa B y el Programa D sobre el Programa C. Esto demuestra cómo el encuadre de la información (en términos de vidas salvadas versus vidas perdidas) puede influir significativamente en la toma de decisiones.
Cómo funciona el Sesgo de Encuadre
El sesgo de encuadre se basa en el principio de que los seres humanos no siempre son racionales en su toma de decisiones. En lugar de evaluar la información de manera objetiva, a menudo somos influenciados por la forma en que se presenta la información. Esto puede ocurrir debido a varios factores:
- Emociones: Las emociones juegan un papel crucial en nuestras decisiones. Un enmarcado que resalte aspectos positivos (ganancias) puede evocar emociones positivas, mientras que uno que resalte aspectos negativos (pérdidas) puede evocar emociones negativas.
- Heurísticas y atajos mentales: Las personas utilizan heurísticas o atajos mentales para simplificar la toma de decisiones. El encuadre puede activar diferentes heurísticas, llevando a juicios distintos.
- Contexto social y cultural: Las experiencias previas y el contexto cultural pueden afectar cómo se interpreta la información enmarcada de diferentes maneras.
Impacto del Sesgo de Encuadre en diferentes áreas
El sesgo de encuadre como hemos visto, puede influir en una variedad de áreas, desde la economía y la política hasta la salud y el comportamiento cotidiano.
Economía y finanzas
En el ámbito económico, el sesgo de encuadre puede influir en las decisiones de inversión. Por ejemplo, los inversores pueden ser más propensos a comprar acciones si se les presenta información sobre ganancias potenciales en lugar de pérdidas potenciales. Este sesgo puede llevar a decisiones subóptimas y a comportamientos de inversión irracionales.
Política
En política, los candidatos y los partidos pueden enmarcar sus políticas de manera que resalten los beneficios o minimicen las desventajas. Esto puede influir en la percepción pública y en los resultados de las elecciones. Por ejemplo, un partido puede presentar una política económica destacando la creación de empleo en lugar de los costos asociados.
Salud
En el campo de la salud, la forma en que se expliquen los riesgos y beneficios de los tratamientos médicos puede afectar las decisiones de los pacientes. Por ejemplo, los pacientes pueden ser más propensos a elegir un tratamiento si se les dice que tiene un 90% de tasa de éxito en lugar de un 10% de tasa de fracaso, aunque ambos enunciados describen la misma realidad.
Comportamiento cotidiano
El sesgo de encuadre también influye en nuestras decisiones diarias, como elegir alimentos o actividades de ocio. Por ejemplo, una etiqueta que dice «90% libre de grasa» puede ser más atractiva que una que dice «10% de grasa», aunque ambos productos sean idénticos.
Cómo reducir el impacto del Sesgo de Encuadre
Para mitigar el impacto del sesgo de encuadre en nuestro día a día, lo primero que debemos hacer es reconocer que este sesgo puede influir en nuestras decisiones nos permite adoptar una actitud más crítica y analítica al procesar la información que recibimos. Es importante esforzarnos en evaluar la información desde múltiples perspectivas. Esto implica considerar diferentes formas de presentar los datos y analizar todos los aspectos de la situación antes de tomar una decisión. Al hacerlo, se puede obtener una visión más completa y equilibrada, reduciendo la influencia del encuadre inicial.
Otra estrategia eficaz es buscar información adicional y contrastar opiniones de diversas fuentes. Al consultar múltiples puntos de vista y datos, se logra una comprensión más amplia y detallada del tema en cuestión. Esto no solo ayuda a equilibrar las posibles influencias del sesgo de encuadre, sino que también fortalece la capacidad para tomar decisiones más informadas y basadas en evidencia.
El sesgo de encuadre es un fenómeno cognitivo que influye en nuestras decisiones y juicios, basado en la forma en que se presenta la información. Al tomar conciencia de este sesgo y aplicar estrategias para mitigarlo, podemos aprender tomar decisiones más objetivas, informadas y racionales.
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Referencias
- Tversky, A., & Kahneman, D. (1981). The framing of decisions and the psychology of choice. Science, 211(4481), 453-458. https://www.science.org/doi/10.1126/science.7455683
- Kahneman, D. (2011). Thinking, fast and slow. Farrar, Straus and Giroux. https://psycnet.apa.org/record/2011-26535-000