El término anorgasmia o disfunción orgásmica, hace referencia a la dificultad o imposibilidad para alcanzar el orgasmo en las relaciones sexuales.
Se trata de una de las disfunciones más comunes en las mujeres.
Tipos de anorgasmia
Se pueden considerar diferentes tipos de anorgasmias:
Anorgasmia primaria
Hace referencia a las personas que nunca han conseguido tener un orgasmo.
Anorgasmia secundaria
Describe principalmente a aquellos individuos que, habiéndolo experimentado con anterioridad alguna vez, en la actualidad son incapaces de conseguirlo de nuevo.
Anorgasmia situacional
Este caso se refiere a aquellas personas que no consiguen llegar al orgasmo en determinadas situaciones o condiciones (por ejemplo, pueden llegar al orgasmo cuando se masturban, pero no en relaciones de pareja, o pueden llegar al orgasmo con un compañero sexual, pero no con otro).
Un tipo específico de esta anorgasmia situacional es la denominada anorgasmia coital, que hace referencia a las personas que son incapaces de conseguir el orgasmo durante el coito, pero si lo consiguen con otros tipos de actividad sexual (caricias, estimulación directa del clítoris, masturbación…).
Por último, se considera también la categoría de anorgasmia fortuita, que hace referencia a quienes han experimentado orgasmos en diferentes tipos de actividad sexual, pero de forma infrecuente.
Es relativamente frecuente que una mujer no alcance el orgasmo en todas las relaciones, en especial si la única estimulación que reciben es la proveniente del coito.
Etiología de la anorgasmia en las mujeres
Existen las siguientes causas para la anorgasmia femenina:
Orgánicas
Debido a que el orgasmo es un reflejo, cualquier alteración o daño en los músculos o estructuras nerviosas que se localizan en el clítoris y/o en la vagina, impiden la transmisión de información al cerebro. Esto puede ser originado por enfermedades infecciosas, de transmisión sexual o crónicas, el consumo de algunos medicamentos, alcohol y/o drogas o por golpes o traumatismos. Sin embargo, los casos de anorgasmia por estos motivos, son un porcentaje mínimo. Pero también existen otros motivos, la lubricación vaginal que se logra de forma natural con la excitación es un factor importante en la penetración del pene. Si esta es deficiente, la penetración es sumamente dolorosa y si es excesiva además de ser también dolorosa, puede impedir el frotamiento interior del clítoris y así no darse el orgasmo. Otras mujeres experimentan contracciones musculares que no les permiten ser penetradas y favorecen además de ansiedad, la sensación de ser violadas. Esto puede ocasionar también dolor en el pene.
Psicológicas
Entre las que destaca la ansiedad relacionada con el alcance del orgasmo, no tanto para el placer personal, sino para el cumplimiento y satisfacción de la pareja, lo que hace muy tensa la relación, inhibiendo la posibilidad de orgasmo.
Educativas
La inhibición del orgasmo, tiene mucho que ver con los “sentimientos de culpa”, ya que en general la educación sexual que se da a las mujeres es negativa con relación al conocimiento del cuerpo, a su disfrute, a su palpación y a encontrar el punto que es capaz de generarlo y que es el clítoris, que se encuentra oculto en los genitales, lo que no sucede en caso de los hombres. Este aspecto se refuerza también con la idea de muchos hombres que califican a “sus mujeres” como “indecentes” si manifiestan algún tipo de placer y mucho más si consiguen llegar al orgasmo.
De pareja
Sobre todo cuando no hay compatibilidad de gustos, cuando la mujer es “usada” para la satisfacción del hombre. Cuando es limitada para expresar lo que siente, quiere, le gusta y no le gusta, cuando es presionada para tener relaciones cuando no lo desea y cuando su pareja desconoce cómo puede llevarla a este momento y se dedica solamente a su satisfacción personal y cuando el juicio hacia ella es de “inmoral”, cuando trata de tener la iniciativa o exponer sus deseos.
Personales
Independientemente que los motivos anteriores sean motivos por sí solos suficientes para provocar una anorgasmia. También hay motivos que son totalmente personales y que tienen que ver con: la personalidad, la baja de autoestima, la inseguridad, el miedo, la interpretación propia de la moralidad, los antecedentes sexuales, las preferencias sexuales o la negación al placer como autocastigo, entre otras.